Monday, January 02, 2006

RELACIÓN DE RAPANUI.

LA ISLA DE PASCUA EN CHILE.
Por Waldemar Verdugo Fuentes.


(Texto unificado creado con fragmentos publicados en papel por el autor de estos “Susurros de Chile” entre 1980 y 2001 en México, Guatemala y USA)

O TOOKU TUPUNA,
KO KERE MUTI TE INOA,
I-VANAIJA-MAI I TE ME-ETUAI KI
A AU TOONA MAKUPUNA.**
**Mi abuelo, que se llamaba Kere Muti, me contó de las cosas antiguas, a mí, su nieto...

OJOS QUE MIRAN A LAS ESTRELLAS.

DECLARADA EN 1995 POR LA UNESCO PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD, ISLA DE PASCUA EN CHILE ES EL MÁS RICO Y COMPLEJO MUSEO AL AIRE LIBRE QUE EXISTE EN POLINESIA, DONDE LA NOMBRAN RAPANUI.

En el sector oriental del océano Pacífico, rodeada por las distancias del gran mar que la oculta al mismo tiempo que baña sus costas volcánicas, se encuentra la isla habitada más alejada de la tierra. Es de las islas la más famosa y, tal vez, la más pequeña (apenas 181 km2). Fue descubierta el 5 de abril de 1722, en Pascua de Resurrección de Jesús Hijo de María, cuando una expedición holandesa a cargo del almirante Jacobo Roggeveen, que recorre los archipiélagos del Pacífico Sur, con tres barcos de flota, desde el "Thienhoven" avista la porción de tierra solitaria de forma triangular y como flotando en la inmensidad de las olas.Los holandeses creen estar frente a la "Terra Australis Incógnita" de que hablan los corsarios ingleses. Sin embargo, no hay aquellos puertos naturales que comentan ni la abundante vegetación y no se ve más tierra en la distancia ; sólo hay dos pequeñas playas de arena rosada, formada por el desgaste de una extensa zona de corales que envuelve a la isla. Todo lo demás son volcanes oscuros cubiertos de nubes grises, acantilados profundos y la costa dispareja sembrada de rocas puntiagudas. Fue entonces que, entre todos, asombrados, comienzan a ver figuras de hombres enormes, parece habitada por gigantes que, ocultos tras enormes murallas, asoman sus toscas cabezas por sobre los muros. Está cayendo el sol y un marinero distingue a media milla una columna de humo y otros signos de presencia humana. Deciden bajar al despuntar el alba. Y así lo hacen.Una gran multitud los espera en la playa de Anakena, un sitio hermoso de suaves arenas y aguas cristalinas, con un clima cálido protegido por cerros altos. Al desembarcar, los expedicionarios comprueban con alivio que los gigantes no son sino grandes monumentos colocados sobre altas plataformas. Dominando la costa y las cosas, se ven las colosales estatuas, algunas coronadas con enormes sombreros rojos. Roggeveen anota en su bitácora que "la mayoría de los hombres llevan barba, visten con escasas prendas y plumas y tienen el cuerpo cubierto de polvillo rojizo sobre el que lucen admirables tatuajes en blanco y azul. Las mujeres están desnudas o cubiertas por un modesto taparrabos. Hay varios con su pelo semejante al color rojo del sombrero de las estatuas y la mayoría tiene la piel tan blanca que pueden ser los descendientes de alguna raza europea......" De inmediato comienza el trueque: agua fresca por baratijas, sombreros por frutas; pero un marinero, "probablemente asustado", dispara y mata a un isleño. Cunde el pánico y la multitud huye despavorida. "Algunos de ellos, sin embargo, no corrieron y hasta el final hablamos como fue posible; llaman a estas estatuas Moai y a sus sombreros rojos Pukao... no podemos comprender cómo esta gente sin buenas cuerdas y maderos han sido capaces de levantarlas".Escribe en su "Relación de Isla de Pascua" el expedicionario Carlos Federico Behrens: "Las enormes estatuas tienen la figura de un hombre cortado a la altura de las caderas, orejas largas, y muchos sostienen en sus cabezas aplanadas una corona o sombrero de piedra rojiza. Parece obra de gigantes." Y el navegante pionero se hace las preguntas que continúan intrigando al mundo de hoy: "¿A quiénes representan esas estatuas? ¿Para qué las hicieron? Cuando preguntamos cómo ubicaron los monumentos, con qué herramientas, los nativos respondieron: "Se ubicaron ellos mismos, volando". Deciden creer los holandeses que "se trata de estatuas hechas de barro o arcilla con mezcla de ceniza volcánica".Aunque en los mapas actuales figura como Isla de Pascua, Easter Island o Paasch Eyland (como la bautizó Roggeveen) las gentes de la Polinesia la nombran Rapa Nui, que en lenguaje tahitiano significa Isla Grande. También se la conoce como Matakiterani ("Ojos que miran a las estrellas") El título nativo que le dan sus habitantes y que se repite en cantos y poemas es Te Pito o Te Henúa (el Ombligo del Mundo o Centro de la Tierra), igual que como la designaban los habitantes prehistóricos del lugar. En igual forma, los soberanos que rigieron la vida remota de la isla llevaron el título de Ariki Hanúa o Rey de la Tierra. Se dice que no existe otro lugar habitado tan diferente a otras comunidades humanas. Su vegetación natural es riquísima. Abunda la toa o caña de azúcar, cuyos tallos pueden alcanzar varios metros de altura. Los isleños siempre han utilizado el jugo de esta caña como bebida energética; también como adhesivo para mezclarlo con pigmentos y colorantes para aplicárselos en el rostro y cuerpo durante ceremonias, festividades y ritos religiosos. Las hojas también tuvieron su aplicación en la confección de techos. Otra especie, el ngaatu (conocida en Chile continental como totora) se empleó también para techar las típicas casas bote conocidas como hare paenga, y para la confección de canastos, sombreros y redes de pesca; es una planta típica de ambientes húmedos, por lo que en Rapa Nui se la puede encontrar en las tres lagunas existentes en Rano Raraku, Rano Kau y Rano Aroi. Sus abundantes tallos, de sección triangular y de hasta cinco metros de largo, contiene un tejido con abundantes cámaras de aire, por lo que son flotadores naturales, condición que fue aprovechada por los isleños para confeccionar sus embarcaciones llamadas pora.Entre las especies vegetales en extinción, de las cuales existen mínimas reservas en la isla, nombremos el ngaoho o naoho, conocido científicamente como Caesalpinia major, es un arbusto que se caracteriza por tener microorganismo en las raíces, que le permiten captar el nitrógeno directamente desde la atmósfera, por lo que puede colonizar suelos de mala calidad; tiene flores amarillas muy perfumadas, que de acuerdo a la tradición, eran utilizadas para confeccionar las guirnaldas ceremoniales llamadas hu hu; sus semillas, de color amarillo brillante, se emplearon como cuentas para confeccionar collares, y la fibra de su corteza tenía un uso en la fabricación de cordeles. Otra planta en inminente peligro es el makoí, un arbolito de hasta 10 metros de altura conocido científicamente como Thespesia populnea; tiene grandes hojas y bellas flores amarillentas con la base púrpura. Sus frutos tienen el aspecto de pequeños trompos, por lo que son muy preciados por los niños de la isla para sus juegos; la madera de esta especie es dura y de hermoso colorido, y se ha utilizado siempre para el tallado de figuras y ornamentos. La Corporación Nacional Forestal (Conaf) mantiene ejemplares viverizados. Al igual que de la planta en extinción llamada pato, denominada por la ciencia Euphorbia serpens, que agrupa unas 7.000 especies en el mundo, de las cuales en Chile hay alrededor de 43. Produce abundante látex cuando los tallos son cortados, y tiene propiedades medicinales ya que administrada con cuidado, calma los dolores de estómago y el malestar propio del período menstrual, según es utilizada por la química farmacéutica. Al igual que la planta tavari (Polygonum acuminatum), usada como anti alérgico; y la puringa (verbena litoralis) para tratar problemas de la piel como sífilis y lepra, que fueron introducidos en la isla por los primeros visitantes, porque, caso único en Polinesia, no hay antecedentes de alguna plaga o enfermedad que haya asolado a Rapa Nui antes de finales del siglo XIX.Es interesante anotar que la medicina isleña es un aspecto casi desconocido; diremos solamente que saben utilizar las energías naturales que posee Rapa Nui por su ubicación en el medio del mar; así cuando un nativo, no demasiado transculturizado sufre un dolor de cabeza, no recurre a agentes exteriores, químicos o mágicos, para curar su dolor. Lo que hace simplemente es tenderse durante unos minutos en posición horizontal. Nos dice un sanador amigo: "Durante ese tiempo, el isleño cierra los ojos y se concentra en el dolor, donde sea que lo siente, sin rechazarlo, sencillamente observándolo hasta llegar a visualizar perfectamente su ubicación y sus características, tamaño, forma, color y sonido. La visualización interna revela que hay dolores redondos, cónicos, puntudos, de todas formas en realidad, y sus colores varían del amarillo, pasando por el rojo y el azul, hasta llegar a un negro que es más oscuro que cualquiera que exista en la realidad. También hay dolores que emiten ruidos, chicharras, campanadas o zumbidos. Una vez identificado el dolor en todas sus características, el isleño lo va dejando caer suavemente por la nuca hacia el suelo, hasta que su imagen desaparece de la mente. El proceso completo no dura más de diez minutos. Si el isleño siente que le faltan energías o anda como queriendo irse, basta que abrace un árbol para recuperarse. Los árboles son una gran fuente de energía, donde sea que están; y basta abrazarse a uno de ellos unos tres minutos para probarlo. Si alguna vez dispones de ese tiempo, ensáyalo."Otras plantas que según los relatos introdujo en la isla el rey Hotu Matu'a, son el mahute (Broussonetia papyrifera), el marikuru (Sapindus saponaria), la pía (Tacca pinnatifida), la púa (Curcuma longa) y el nau nau o sándalo (Santalum album), un majestuoso árbol que puede llegar a los diez metros de altura, con bellas flores rojas, amarillas o rosas. En la Isla de Juan Fernández, camino a la costa central de Chile, existe aún una variedad de menor altura, pero es en todo el sur y sudeste asiático, desde China a la India, donde se ha preservado desde la antigüedad. De madera resistente al tiempo, a la humedad y los insectos, siempre se han utilizado sus cualidades curativas. Los chinos consideran la esencia de sándalo como yang, utilizándola para tratar las enfermedades yin, para algunas infecciones de tipo específico, como la tuberculosis, gonorrea, catarros y algunos tipos de cistitis, operando posiblemente más como antiespasmódico que por sus efectos antibióticos. Precisamente, por esta cualidad sedante, es eficaz como balsámico, expectorante y suavizante de la tos en la tosferina y traqueitis. También es un tranquilizante natural suave, útil en los casos de insomnio ocasional. Se emplea asimismo como antiséptico general, sus principios activos son químicamente similares a los del alcanfor. Su sabor amargo, que los chinos asocian con los intestinos y el corazón, hace que sea utilizado para curar problemas de estos órganos, hay estudios científicos al respecto. Se sabe que externamente es útil aplicado a la piel, pues rehidrata las pieles secas y envejecidas (en forma de compresas calientes). Es útil en el tratamiento del acné, de las inflamaciones cutáneas y en todo tipo de picaduras. Por su efecto, suavemente astringente, limpia en profundidad la epidermis, abre los poros y permite la "respiración" cutánea.El sándalo, que la Conaf debe urgentemente reforestar en la isla, su hábitat natural, ejerce sus propiedades curativas a través de la esencia, que se extrae por destilación de la madera, directamente de su corazón. Hasta donde se sabe, sus flores y frutos apenas contienen principios activos, por lo que se le puede utilizar quemando directamente la madera, en forma de palitos, lo que ha popularizado las varitas de incienso con esta esencia, aunque tienen en general poco aceite vegetal y la madera no es de sándalo. La esencia natural que pudimos verificar en Rapa Nui es espesa, bastante grasa y de un color amarillento. Antes también la utilizaban por vía externa, para hacer pomadas, o mezclada con otras esencias (habitualmente rosas) y rebajada con unas gotas de alcohol y agua, que da una magnífica colonia de efectos tónicos, suavizante y relajadora. Por vía interna, se usa en cantidades de unas seis gotas tres veces al día, habitualmente rebajada con agua o líquidos azucarados debido a su sabor amargo. Un té verde con tres o cuatro gotas de sándalo, a la manera pascuense, es exquisito y protege el intestino aliviando el estreñimiento. Su delicioso perfume lo hace inestimable en cosmética, especialmente por su característica de fijador de los perfumes. Nótese que mucho del "sándalo" que se utiliza procede de las Antillas, donde se le conoce como "esencia de amiris" -la planta Shimmelia oleifera-, de aroma menos intenso y propiedades no del todo conocidas. El sándalo de Rapa Nui pertenece al patrimonio vegetal de la humanidad. Al igual que el toromiro, el árbol originario de la isla y materia primordial de algunas esculturas, que volvió a la isla de la mano del botánico alemán Wolfram Lobin, en un primer esfuerzo multinacional para conservar una especie vegetal.Aunque muchas veces las cifras cansan, debemos anotar que la Isla de Pascua está situada en el centro del este del pacífico Sur, a 3.200 kilómetros del puerto chileno de Caldera y a 3.790 de Santiago de Chile. Su latitud es 27º 09' Sur, y su longitud 109º 27' Oeste de Greenwich. Ocupa una superficie de 181 km2; su mayor altura es Terevaka con 506,54 metros sobre el nivel del mar; la tierra habitada más próxima está a mil 900 kilómetros de distancia, la isla Pitcairn, y hay que recorrer 2 mil 800 kilómetros para llegar a otro punto.Por su ubicación en medio del mar Pacífico es paraíso de aves, que son el grupo dominante de vertebrados nativos, a las que llaman con evocadores nombres pascuenses. Entre las residentes, todas incluidas en la reserva de aves de la humanidad, se encuentran el tavake o ave del trópico de cola roja (Phaeton rubricauda), el kena o piquero blanco (Sula dactylatra), el tuao o gaviotón de san Félix (Anous stolidus), entre otras. Como visitantes se observan el manutara o gaviotín pascuense o apizarrado (Sterna lunata), el kía kía o gaviotín blanco (Gygis alba), el makohe o ave fragata (fregata minor), el taví o gaviotín de san Ambrosio (Procelsterna coerulea), el kakápa y kakápu o fardela heráldica y negra (Pterodroma), el kimá o fardela de Pascua (Puffinus nativitatis), el zarapito tahitiano (Numenius tahitiensis) y el playero blanco (Calidris alba). Existen especies que han llegado desde Chile continental, como la diuca, loica, paloma, perdiz y el tiuque, entre otras.Los mamíferos están representados por los caballos chilenos que corren libres por la isla o guiados por su amo, que siempre es un hombre de Rapa Nui. Los reptiles naturales a la isla son solo dos lagartos, que en pascuense nombran moko uru-uru kahu (Lepidodactylus lugubris) y moko uri uri (Ablepharus boutoni poecilopleurus), es decir "negro negro", de coloración negruzca con brillos metálicos verdosos; desde la cabeza hasta la cola se extienden dos líneas laterales blanquecinas; con hábitos diurnos, de este lagarto no existen antecedentes acerca de su estado de conservación. Son también naturales a Rapa Nui dos especies de tortugas marinas: la tortuga verde (Chelonia mydas), que con un tamaño aproximado de 100 cm tiene un peso que varía entre los 113 y 182 kilos, y la tortuga carey (Eretmochelys imbricata); ambas se alimentan preferentemente de algas marinas y están en extinción, existiendo actualmente en el mundo científico gran preocupación por la preservación de estas especies únicas. Es uno de los pocos sitios del planeta en que no existe la serpiente o algún reptil parecido.
(c) Waldemar Verdugo Fuentes.

¿MAI HÉ KOE?

¿Mai hé koe?
(¿Dé dónde vienes?)

Rapa Nui es en su totalidad de origen volcánico, y empezó a brotar desde el fondo del océano hace aproximadamente 3 millones de años, manteniendo intermitentemente su actividad volcánica hasta hace 2 mil a 3 mil años atrás, fecha de la ultima erupción calculada. La isla es un triángulo de tierra formada por las laderas encontradas de tres volcanes: el Ranu Raraku, el Rano Aroi y el volcán Rano Kau, que albergan en su interior una importante reserva de agua, flora y fauna para los lugareños, y en cuyo cráter se encuentran varias cuevas-entradas a las profundidades secretas pascuenses. La ubicación de éstas ha sido celosamente transmitidas y guardadas de padres a hijos. Porque a pesar de su pequeñez y lejanía, en ese milagro del mar floreció y se desarrolló una cultura de alta complejidad que aún hoy día provoca asombro en los círculos científicos internacionales, que están de acuerdo en admitir que la Isla de Pascua es el más rico y complejo museo al aire libre que existe en Polinesia. Constituye también el ejemplo mejor ilustrado de una cultura que se ha desarrollado al margen del resto del mundo, careciendo prácticamente por completo del aporte de ideas nuevas, que tanta importancia ha tenido en la historia de todas las naciones conocidas.Hoy día se cree que los primeros pobladores fueron grupos de navegantes extraviados que llegaron hasta el ombligo del mundo y fueron incapaces de regresar a sus lugares de origen. La principal razón para afirmar esto es que no se conoce ningún poblado, ni polinesio ni americano, capaz de navegar precisa y sistemáticamente entre Rapa Nui y otras tierras, de manera tal que la única posibilidad son las llegadas fortuitas de navegantes que se convirtieron en realidad en prisioneros de la tierra que los había salvado. Estos primeros colonos involuntarios debieron adaptar sus valores culturales y su manera de vivir a un medio radicalmente diferente que ayudó a gestar en la isla un proceso que reproducía a escala reducida todas las diversas etapas a través de las cuales el hombre pobló progresivamente el planeta. Todos los antecedentes con que contamos hacen pensar que la historia de la isla podría constituir una lección a nivel planetario, en el sentido de que una sociedad humana agotó los recursos naturales, rompió el delicado equilibrio ecológico del cual el hombre es también parte y estuvo en trance de desaparecer, debido a que la superpoblación finalmente sobrepasó las posibilidad de cubrir su alimentación.Actualmente sabemos que millones de seres mueren anualmente por falta de alimento, por lo que es lícito preguntarse si la historia de lo acontecido en Isla de Pascua no es acaso una voz de alarma para nuestra propia civilización.
(c) Waldemar Verdugo Fuentes(En ARTEINC.)

¿HEAHA TO'U ARERO E-VANANA-EVA?

¿Heaha To'u Arero e-vanana-eva?
(¿Qué lengua hablas?)

En otra perspectiva, cabe decir que los primeros habitantes del lugar desarrollaron en un lapso reducido, una cultura que llegó a muy altos niveles de complejidad, incluyendo un sistema de escritura aún sin descifrar y que se encuentra en su mayor parte en las famosas "tablillas parlantes", la escritura rongorongo, que encontraron en la isla los primeros descubridores del lugar; estos trozos de madera endurecida por los siglos, tallada íntegramente con signos pictográficos de fascinante estilística, que trasmiten una cosmogonía coherente de principio a fin. Originalmente llamadas entre los pascuenses Kohau rongorongo, su enigma comienza con la propia traducción del nombre, que algunos traducen como "líneas para su recitación" y otros "tablillas de transmisión". Se habla de 600 de ellas desaparecidas.La narración de la Tablilla de Aruku-kurenga o Ki-Te Erua ("El loco período del sol"), una de las pocas que se conservan, traducida al pascuense moderno por el obispo Tepano Jaussen y M.E. Ahnne, cuenta un terrible momento que vivieron los primitivos habitantes de Rapa Nui en tiempos prehistóricos:"El calor del sol, que da vida y fecunda, hoy aumentó su calor.La atmósfera es una caldera. El aire está pesado y asfixiante. Algunas mujeres y niños están cayendo secos a la tierra. Hay preocupación por salvar a Manua Iru y su alteza Koia, la reina y sus servidores. Y a los hombres Moa, que estaban viviendo acá junto a nosotros. Es Koia quien toma la decisión de partir. Embarcándonos para algún lugar y poniéndonos a salvo"La tablilla concluye el relato antes de indicar cuál es el sitio elegido para emigrar. El repentino cataclismo solar que afectó a Rapa Nui en tiempos remotos tiene ciertos grados de relación con lo que dice la tradición en pueblos de otras regiones de la tierra: en la teogonía egipcia se describe el despedazamiento del sol; las inscripciones de Medinet-Habu, hablan de lenguas de fuego que descendieron de los cielos y quemaron pueblos enteros, ardieron las ciudades y desapareció todo signo de vida en algunas zonas. En la Biblia se señala la ocasión el día de Pentecostés. Los investigadores señalan que el repentino cataclismo solar que afectó a la isla no dio tiempo a nadie para preocuparse de sus labores; de un momento a otro se abandonaron los trabajos; se descubren estatuas dejadas a medio camino del sitio en que iban a ser colocadas; originando un cataclismo de esta naturaleza alteraciones de todo orden, terremotos y maremotos, que justificarían los desplazamientos de tierra que ubicaron a las estatuas semi enterradas o hundidas y aún ocultas.De esta serie existen otras seis tablillas transcritas por el obispo Jaussen, cuya ubicación hoy no se sabe.Louis Pauwels y Jacques Bergier en "El Retorno de los Brujos", aseguran que existen otras series de tablillas parlantes en el museo del Vaticano, Roma. Y Louis Castex en su libro "Los secretos de Isla de Pascua" hace saber que tres tablillas que se encontraban en el Museo Braine-Le-Comte, en Bélgica, están ahora también en el museo del Vaticano, archivo de los Sagrados Corazones. En estos trozos de madera tallados con letra rongorongo está supuestamente la historia de la isla, que a nosotros nos llegó en parte gracias a la tradición oral desde los primeros pascuenses, que tienen un pasado que es rara mezcla de sangre y poesíA.
(c) Waldemar Verdugo Fuentes  (En ARTEINC.)

EN EL LOMO DEL GRAN ANIMAL MARINO.

Fragmentos Publicado por el autor de estos “Susurros de Chile”
en revista Domingo del diario “Prensa Libre” de Guatemala, y UNOMASUNO de México.

Hace unos años viajar a la isla de Pascua era más difícil que ir de safari. Actualmente existe una extensa información turística y facilidades para llegar al sitio, que está plenamente integrada a la sociedad contemporánea. Hay casi todas las comodidades materiales que puede disfrutar cualquier ciudadano del mundo. La partida desde el aeropuerto internacional de Santiago de Chile, es el inicio de cinco horas de vuelo sobre el mar, siguiendo la ruta del Pacifico Sur de Líneas Aéreas Nacionales. La penúltima escala es la isla, que se ve reposando como un gran animal marino entre las olas. Desde el avión se distinguen sus tres volcanes, las suaves colinas donde corren las manadas de caballos y sus costas oscuras bañadas por el agua maravillosamente azul. Rocas y mar, incipiente vegetación y una sola aldea: Hanga Roa. Se aterriza en el aeropuerto de Mataveri entre música autóctona y sonrisas expectantes. Casi toda la población se reúne allí para ver este acontecimiento que ocurre tres veces por semana. Los isleños reciben al turista con los brazos abiertos; primero porque todos son gentes muy amables, y segundo, porque importa el turismo.Su deporte habitual es "ir a mirar a los visitantes del aeropuerto", así como nosotros vamos a ver a los changos al zoológico. Los pascuenses son expertos en clasificar a las personas que llegan a la isla. Suponemos que por hábitos estudiados le ubicarán en una de estas categorías:a) Los que van de paso a Tahití (japoneses o estadounidenses que compran de todo y pagan en dólares)b) Los que van en esos tours de "en una semana conozca todas las islas de la Polinesia" (europeos y ancianitos estadounidenses que siempre compran un recuerdito...)c) Los del "conti" (chilenos o latinoamericanos que vienen del continente; gastan poco pero cambian hasta los zapatos por una madera tallada)d) Los que llegan con mochila y pantalón corto, a los que nadie intenta venderles algo porque son arqueólogos o investigadores y uno que otro vagabundo; van a "descifrar" el misterio de la Isla de Pascua, ye) Los "temporales" (estadunidenses o continentales que trabajan en algún proyecto oficial allí enclavado, y que si llegan a comprar algo pagan con tarjeta de crédito).Los que van al lugar esperando extensas playas, palmeras y cocoteros, probablemente se desilusionarán porque el paisaje es de costas que se precipitan al mar en abismos insondables y viento. Aunque encontrarán tres playas de ensueño, con aguas transparentes y templadas, con posibilidad de practicar el buceo, el yatching y el surf, o dorarse en una de las arenas más finas que hay en toda Polinesia. Pero si no es su caso, puede estar seguro de que deseará no abandonar jamás la isla, por que el color del mar es único y las luces de los crepúsculos de la tarde y de la mañana son inolvidables. Es sabido de todos que las brújulas allí no funcionan por un fenómeno de gravedad que dota a la isla de una extraña energía que uno siente cuando pisa sobre ella; la sensación es única. Se está en un animal vivo.El clima es subtropical, con un régimen de lluvias errático y una temperatura promedio de 21 grados celsius; agosto es el mes más frío y febrero el más caluroso. El hotel principal que hay en Hanga-Roa pertenece a una cadena internacional de varias estrellas que no se distingue por lo barato; los otros son también caros aunque muy acogedores, sin embargo, la mayoría de los turistas prefieren vivir en pensiones pascuenses: muchas casas de los isleños están acondicionadas para recibir huéspedes en excelentes condiciones, y por una parte de la oferta hotelera. En general, en todo el sitio reina una limpieza absoluta pues son gentes muy organizadas y armónicas en su trabajo diario. Las construcciones son de alegres colores y siempre están rodeadas de jardines con plátanos, flores y plantas exóticas. La comida es excelente, y si ha decidido vivir en una pensión durante su estadía, podrá conocer la impagable experiencia de adentrarse un poco en la vida auténtica de los isleños.Me he hospedado en casa de la familia Pakarati, que están desde siempre en el lugar. Las mujeres de la familia son sonrientes y bellas, y los hombres jóvenes del clan son en su mayoría talladores: de sus manos salen esas figuras de moais con cuerpos flacos y largas orejas y manos. El dueño de casa es don Cristóbal, reconocido como uno de los mejores talladores de la isla y como uno de los sabios consultores del Consejo de Ancianos. A él todo el mundo le consulta todo. Aunque jamás sale de su casa, sabe todo lo que sucede porque durante el día desfila por su patio al menos la mitad de los lugareños. Don Cristóbal Pakarati es como un viejo patriarca, y allí nadie duda que es uno de los hombres del sitio que preserva la sabiduría de Te Pito o Te Henúa. El es capaz de transmitir la maravillosa leyenda perdida de la isla y de su gente.
(c) Waldemar Verdugo Fuentes.

EL CUENTO DE LOS OREJAS LARGAS.

LA LEYENDA DE ISLA DE PASCUA.
(Fragmentos Publicados en UnoMásUno, México)

Había una vez un continente llamado Hiva, donde un terrible cataclismo sumergió sus vastos territorios en el mar. Para salvar parte de su raza, un rey llamado Hotu Matu'a se embarcó y navegó hasta dar con este lugar que nombró Te Pito o Te Henúa, el Ombligo del Mundo. Llevaba consigo a sus guerreros, mujeres semillas, plantas y animales, desembarcando en la única playa de la isla: Anakena.Como los isleños de hoy, ellos eran individuos de elevada estatura, de complexión vigorosa y aspecto fuerte con rasgos de corte fino, que recorren la isla montando su caballo, un símbolo de respeto vigente; con sus mujeres, las más bellas de Polinesia, de exótica belleza, cuerpo delgado y flexible y un inquietante quiebre de cadera al caminar, de carácter enérgico pero dulcísima; trajeron su idioma, con inflexiones polinesias pero absolutamente incomprensible. Es posible que antes de la llegada de Hotu Matu'a la isla ya tuviera algunos habitantes, en todo caso los recién llegados implantaron su propia sociedad constituida en numerosas tribus. Vivían de la pesca y de la agricultura y tenían ingeniosas costumbres para dominar la naturaleza.Posteriormente llegó una segunda emigración. Eran una raza más baja y ancha que los altos y delgados descendientes de Hotu Matu'a. Estos fueron probablemente iniciadores en la fabricación de las fabulosas estatuas de piedra esparcidas por toda la isla. Aunque otros dicen que ya estaban desde antes. Tenían la costumbre de estirarse los lóbulos de las orejas y de allí su apodo de orejas largas. Los moais no eran divinidades sino algo así como retratos de personajes importantes. Estas figuras enormes de piedra, algunas de más de 90 toneladas de peso, tenían una extraña y descomunal fuerza energética. Todas fueron talladas en la ladera del volcán Rano Raraku, sin más instrumentos que trozos de piedra, puesto que sus autores desconocían el metal. Su fabricación requería miles de horas-hombre y su traslado es tan incomprensible como la técnica de construcción de las pirámides de Egipto, con la diferencia de que en el caso de la isla de Pascua nunca hubo millares de esclavos dedicados exclusivamente a hacer moais, ya que su población nunca pasó de los 5 mil habitantes. Por eso a pesar de todas las investigaciones que se han hecho, todavía no se sabe cómo los isleños bajaban esas moles de piedra desde las alturas del volcán, y cómo las trasladaban por toda la isla y cómo las ponían de pie. Y encima le colocaban un sombrero de piedra que pesaba otras varias toneladas.Los pascuenses, desde que los primeros extranjeros los interrogaron hasta hoy día, responden que los moais se movían con mana: un poder de la mente que los arikis practicaban comúnmente en beneficio del pueblo. Ese mismo poder, que movía toneladas de piedra a través del aire, atraía el pescado hacia sus costas y ayudaba en la germinación de las semillas. Investigadores modernos no han podido explicar a ciencia cierta qué tipo de fuerzas utilizaron para trasladar los enormes trozos de piedra, pues sin duda la tracción animal es imposible en este raro sitio magnético en que las gallinas vuelan y ponen sus huevos escondidos en la incipiente vegetación. De todas maneras, las fotos en que vemos reproducciones de estas fantásticas estatuas no tienen nada que ver con las de su lugar de origen, que parecen ser simplemente seres escapados de un país de gigantes.En los tiempos en que empezaron a erigirse las estatuas sobre los altares, la cultura local había alcanzado un alto grado de división del trabajo, y las distintas actividades básicas estaban encargadas a grupos diferentes. Es así como existían pescadores, agricultores, constructores de altares, talladores de estatuas, sacerdotes, hombres sabios que transmitían el conocimiento, de tal manera que, al parecer, cada persona debía desempeñar una función previamente asignada.Pronto la isla estuvo poblada de numerosas y variadas construcciones. Los restos de ellas aún pueden encontrarse por doquier: casas en forma de bote con la quilla hacia el cielo, cuyas fundaciones estaban construidas por piedras talladas con una controlada precisión, y que circundando las plazas de los ahu (los altares de piedra) con sus espacios que daban albergue a los sacerdotes encargados de cada santuario; torres de piedra, generalmente circulares, que cumplían una función que para nosotros es aún oscura, pero asociadas a observatorios del cielo; rampas pavimentadas que descendían hasta el mar, por las cuales eran introducidas y extraídas de éste las embarcaciones pesqueras, supliendo así la escasez de puertos; grutas naturales que eran habilitadas como viviendas mediante el uso de mampostería; construcciones que protegían las vertientes, generalmente a nivel del mar, donde emergían del agua de lluvia, única fuente en una isla desprovista de ríos o arroyos, pero protegida por los depósitos naturales de agua en los volcanes, que la hicieron privilegiada y tuvo su esplendor.Las zonas de Vaihu y Akahanga eran sus puntos más densos de población; ahora pueden verse en el lugar numerosos ahus, sus altares a los dioses de piedra, varios semi destruidos. Frente a los ahus se construían ordenadamente las casas de piedra de no menos de un metro de alto por cuatro de largo, unidas una junta a otra para depositar los restos de los muertos ilustres y muchos otros objetos del poblado. Luego les colocaban encimas los moais, estos gigantes de piedra con esa forma de hombre de orejas y nariz sumamente largas, como las caras mismas, de labios finos que parecen apretados y ojos que semejan un mirar lejano, como oteando el cielo, con el cuerpo cortado a la altura de la cintura y los brazos formando parte, en bajorrelieve, del tórax; a los que encima plantaban su tocado o pukao, de otras varias toneladas de peso esculpido en piedra volcánica de color rojizo, que en la actualidad pocos conservan, especialmente porque casi todas las esculturas de los ahus terminaron de ser derribadas de sus podios por los evangelizadores católicos que pasaron por la isla hasta finales del siglo XIX. Un ahu, el llamado Heki'i tiene siete metros de altura. En Tahai, lugar cercano al puerto de Hanga Roa, donde se celebran exposiciones permanentes de arte nativo, se desenterró de un ahu una cabeza esculpida de extraña forma, de tipo redondeado y ojos hundidos. Cabezas del mismo estilo quedaron al descubierto en Tongariki, otra zona de la isla, con el maremoto que azotó a Chile en 1960. Los ahus, entonces, representan una época secreta y esplendorosa de Pascua, porque eran una forma de agradecer a sus dioses por el agua, las frutas, el sol, la luna, el trueno y el relámpago del mar, la buena pesca y la simple unidad de las tribus, cuando todos aportaban lo suyo, porque si los orejas chicas tenían la escritura y un orden social, los orejas largas tenían toda la fuerza necesaria para moldear la piedra a imagen y semejanza de sus sueños.La isla carecía de minerales, contaban sólo con roca y se dedicaron a ella, fueron también competentes arquitectos además de hábiles escultores; por ejemplo, las casas de la aldea sagrada de Orongo fueron construidas con un singular sistema de superposición y contrapeso de lajas que es único en el mundo. Con ese mismo estilo construyeron sus templos y monumentos hasta de 14 metros de altura, utilizando piedras de unos 40 kilos de peso. Desafiando la gravedad mediante el recurso del contrapeso y el abovedamiento daban variadas formas a estas construcciones; vemos una de ellas en forma de pez.Es posible imaginar que en el curso de este progreso creciente los habitantes estaban imbuidos en una sensación de absoluta confianza en sus propios medios, y de seguro tenían una fe muy grande en su destino. Pero este mismo avance hizo germinar la semilla de su destrucción: los recursos naturales fueron progresivamente destruidos, y pronto la situación hizo crisis. El delicado equilibrio que había mantenido en constante desarrollo una cultura sorprendentemente activa, se rompió, y lo que empezó como una disputa entre los dos grupos principales, se extendió a toda la isla. Conjeturalmente, esta revolución social fue debido al empleo de excesiva mano de obra en la construcción de los monolitos por parte de las castas religiosas, lo que dejó a la isla sin brazos para agenciarse alimentos.La guerra fue causa de que las actividades más importantes fueran interrumpidas bruscamente, al no encontrar los trabajadores un ambiente que les ofreciera una mínima seguridad personal. Los sacerdotes, que con su poder religioso habían sido los controladores de los demás isleños, perdieron su liderazgo, el cual recayó en los guerreros o matatoas. La costumbre de ingerir carne humana, hasta esos momentos practicada sólo con carácter ritual, cobró una finalidad más práctica, y la gente era perseguida y devorada para complementar la deficiente alimentación. La cultura se desintegró rápidamente. Según excavaciones, en ese entonces comienzan a preocuparse de fabricar armas y a derrumbar de sus pedestales las estatuas abandonándolas con su rostro hacia el suelo, motivados por la desesperación y la pérdida de fe en sus protectores. Por esa época cobra una gran importancia el extraño culto a un hombre-pájaro, el Tangata Manu (o Manutara), cuya ceremonia tenía lugar en el sitio ceremonial de la ciudad sagrada, en torno del volcán Rano Kau, en el extremo sur de la isla; del hombre-pájaro existen numerosos petroglifos en la zona, en todos se muestra semejando una cara humana detrás de una escafandra que toma forma de pico de ave, o simplemente es esférica; sépase que hay figuras en la piedra en que se ve a este hombre-pájaro cubierto por extraños artefactos y lleva ¡botas! Pero Orongo era también ciudad levítica (residencia sacerdotal), astillero y centro de observaciones astronómicas, por eso se encuentra casi todo el sitio plagado de dibujos y tallados. A la llegada de las primeras expediciones, Orongo era receptáculo de construcciones que resguardaban especialmente las tablillas de madera endurecida con escritura rongorongo, mucha de la cual, afortunadamente, quedó también grabada en la piedra, sin descifrar aún, o todavía ocultas en alguna cavidad de las 46 cuevas que hay allí, colgadas sobre el acantilado.Según el sistema de medición con carbono, se ha fijado como inicio de la guerra el año 1680 de nuestra era. A la llegada de los primeros visitantes europeos, su sociedad estaba completamente deteriorada y no pudieron presentar oposición a los despojos y las rapiñas cada vez más frecuentes, que terminaron por decapitar la cultura local. Llegó un momento en que sólo se censaron 111 nativos (entre ellos los miembros de la familia Pakarati), que habían sobrevivido a las expediciones que buscaban esclavos. Hoy, esto es historia. Cuando el gobierno de Chile tomó posesión de la isla, lenta pero segura la curva decreciente se niveló y empieza a crecer nuevamente hasta el momento actual, en que nos encontramos con una sociedad pujante y vigorosa. Con un pueblo isleño que tiene interés por ampliar sus conocimientos, el de sus hijos; con profesionales universitarios y técnicos en todas las áreas; con artistas de enorme sensibilidad, como las folkloristas Kara Tepano y Anita Haoa; la narradora Angela Twki; la pianista Ester Pakomio Haoa, o la dinastía Pakarati de talladores de piedra y madera con su legado artesanal: la habitación en que vivo está custodiada por dioses antiguos que brotan de la madera o se hacen piedra, la puerta de mi cuarto es un moai cuajado de escritura rongorongo y las paredes están bordadas en motivos ancestrales, seres vegetales vivos, flores enormes y otras diminutas, figuras sonrientes que cobran vida en los círculos dentro de círculos; hay una pequeña foto de la artista folklórica Mónica Pakarati Tepano y Klaus Drekmann, el técnico alemán agrimensor de triangulación de satélites, el día que se casaron, antes de partir a Etiopía, donde él debía continuar su trabajo. Vigila mi sueño un dios protector, de madera de sándalo en talla perfecta. Los talladores tienen una gran habilidad para el manejo del kauteki, la tradicional hacha polinésica, a la que han cambiado la piedra por el acero. Hay otros varios artistas que pueden considerarse extraordinarios, como Melchor Huke, notable pintor que se inspira en el tema del moai, especialmente de Rano raraku. Y también Carlos Huke y Patricia Saavedra, artistas que trabajan los tallados en madera y la corteza del mahute, planta que según la tradición introdujo en la isla el rey Hotu Matu'a. Ellos logran una tela muy firme a pesar de que no utilizan técnicas de hilado; dejan remover la corteza en agua de mar y luego la aplanan para diseñar el corte del trozo de mahute, logrando piezas de gran belleza y acabado, que han sido expuestas en varios países de América y Europa.Estos últimos años, los trabajos de investigación arqueológica han sido llevados a cabo en forma programada y con regularidad, de modo que hoy día podemos presenciar casi exactamente y a pesar del tiempo, cómo lucían algunos imponentes altares y lugares ceremoniales que constructores orgullosos de su condición de hombres religiosos y con seguridad en sus propios medios, hicieron aparecer en el centro del mundo. Hombres y mujeres de casta fuerte en que la sensibilidad, además de ser presente inmediato en su expresión escrita en las tablillas parlantes y jeroglíficos, conservan un rico patrimonio de danza y música.En la Isla de Pascua, todo acontecimiento, viejo o reciente bueno o malo, es transformado en música y canto. El pascuense tiene por naturaleza esa facilidad extraordinaria de expresión musical, al parecer común en los pueblos isleños de la Polinesia. En la actualidad, la música y las danzas originales de Rapa-Nui han sufrido cambios debido a la influencia foránea, sobre todo desde otras islas de la Polinesia. Por lo que existen danzas, cantos y melodías en que se entremezcla en forma única el mito, la invasión y el sueño.El Sau-Sau, por ejemplo, la danza-canción más popular en la isla es de procedencia híbrida, a la expresión original del pueblo Rapa Nui se agregaron elementos que vienen de la danza Tamure (Tahiti) y el Hula Hula (baile popular en toda Polinesia que se popularizó desde Hawai), danzas que consisten en movimientos de caderas y manos que ejecuta una pareja. Como el sau-sau se canta y se baila repetidas veces en las reuniones familiares, ahora, toda fiesta que se realiza en Rapa Nui lleva, por añadidura, el nombre de sau-sau, palabra que no tiene una traducción literal por no corresponder al idioma de rapa Nui ni al de Tahiti; "es posible que sea una voz que procede de la isla de Samoa", dice Ramón Campbell.Se afirma que el sau-sau tomó su forma actual a comienzos del siglo XX. Se dice que fueron músicos polinésicos que vinieron como tripulantes del yate alemán "Die Walkirie", procedentes de Fidji, Tahiti, Samoa y otras islas, los que terminaron de enseñar a dar forma a esta alegre danza y canto a los habitantes de Rapa Nui. El texto, en su primera parte original, está escrito en un extraño dialecto, desconocido, que los isleños aprenden rápidamente, aunque sin llegar a comprender su significado. Más tarde se le agregaron dos estrofas en idioma local, de música no menos bella y con ritmo alegre y sensual que terminó de dar forma a lo que se ve.Para el antropólogo Ludovic Lutard, que ha trabajado en la isla: "El baile sau-sau, en sí, muestra expresivamente el acto de copular, con movimientos que denotan elegancia, armonía y sencillez. Su explicación radica, tal vez, en sus antepasados, quienes no contemplaron al sexo como un tabú, sino como algo muy natural. Esa es la razón por la que música y danzas pascuenses denotan lo sentimental, la naturalidad y la sencillez más absoluta en las relaciones entre el hombre y la mujer. El sau-sau posiblemente sea procedente de las islas Fidji, por la formación literaria, porque la letra "s" no existe en lengua pascuense ni en lengua tahitiana; pero sí existe en el alfabeto de Fidji y Samoa. Aunque, tal vez sea posible que en sus orígenes esta danza-canto tuviera un nombre más antiguo que se perdió".La notable investigadora chilena Margot Loyola, quien ha estudiado detenidamente las danzas de la Isla de Pascua, nos hace una interpretación de los pasos y figuras de este baile:"El sau-sau es una danza de pareja suelta e independiente, que realiza sus evoluciones casi rozándose. Cuando intervienen varias parejas, éstas no se mezclan, manteniendo cada una su independencia respecto de las demás. Los movimientos son suaves, siendo ajeno al baile todo gesto brusco o expresión dura. Los movimientos principales son el de brazos y caderas. El brazo, la mano y los dedos forman un solo bloque cuyos movimientos semejan líneas suaves y ondulantes. Ambos brazos siguen movimientos libres y a veces la mujer insinúa peinarse el cabello. El movimiento de caderas es principalmente lateral, siendo el paso de poco avance y muy apegado al suelo. No hay grandes desplazamientos, bailándose más bien en el puesto y cada bailarín realiza giros individuales, teniendo como eje uno de los dos pies con el talón ligeramente levantado".El sau-sau que he visto bailar en Rapa Nui, se inicia como es costumbre en los bailes continentales: con la correspondiente invitación del varón a la dama. Aquí no hay nunca negativas, y jóvenes o viejos, ancianos o muchachas, todos participan por igual del placer de la danza. La pareja empieza el baile con una especie de corrido, abrazando suavemente el varón a la dama, casi sólo rozándola, y dando algunas vueltas por la pista de baile. Después de unas tres o cuatro vueltas la dama es soltada del brazo que la ciñe y queda cogida sólo por la mano izquierda del galán. Entonces debe ella hacer algunas vueltas sobre sí misma, girando sobre el eje que le proporciona su compañero con su mano, mientras la contempla girar. Después de esta fase, en la cual la dama da unas dos o tres vueltas sobre su eje, la pareja se separa y se inicia la parte mas original del baile. Esta parte se caracteriza por cruces mas o menos en línea oblicua de la pareja en uno y otro sentido, siempre dándose el frente y ejecutando diversas figuras paralelas que se van complicando cada vez más. La multiplicidad de las figuras que ejecuta la pareja se alterna con pequeños intervalos en los cuales los danzantes, colocados a los extremos de sus respectivas pistas, se detienen un instante para iniciar una nueva figura de diferente forma; la pareja hace giros sobre su eje cada uno, única ocasión en que se dan la espalda, para volver a danzar de frente en posición ligeramente oblicua del cuerpo. Es habitual entre los bailarines más antiguos hacer una figura curiosa en la cual el hombre con un brazo avanzando hacia delante, insinuante, lo pasa a través del brazo de la dama posándolo sobre su cadera sin llegar al abrazo. También es frecuente que entre las figuras femeninas aparezca aquella del peinado ante el espejo que menciona Margot Loyola. El varón suele hacer también una figura parecida; en la cual más bien simula sujetarse la cabeza con una mano en la región occipital y el otro brazo estirado hacia adelante al encuentro de la dama. Dentro de esta coreografía del sau-sau existen muchas variaciones figurativas, entre las cuales cabe mencionar variadas posiciones o acciones de los brazos y manos a veces colocados sobre las caderas u otras ambas manos sobre el vientre, como apoyando la ondulación sensual descrita anteriormente. En ciertas oportunidades se acostumbra hacer oscilar las manos puestas horizontalmente a ambos lados, como las alas de un pájaro, con mucha gracia. El baile suele durar mucho, a veces media hora o más, y es de muy mal tono interrumpir. Las parejas prefieren transpirar o fatigarse en extremo antes que suspender la danza que por otra parte, en la alternativa de las figuras, deja oportunidad para algunos respiros de descanso. Lo corriente es que el final sea anunciado simplemente por simple aceleración de la danza siguiendo el ritmo, que es llevado a un verdadero paroxismo. Observando algunas gentes de edad avanzada danzar es impresionante la resistencia física que demuestran juntamente con la gracia, muy propia del isleño. En todo caso, una de las cosas más pintorescas es ver bailar sau-sau a los turistas que visitan Rapa Nui, porque todo el mundo aquí baila.La energía que envuelve la isla hoy día se siente en toda su enorme intensidad. A los pocos días de estar aquí comienzo a vivir esa extraña sensación de embrujamiento de la que tanto se ha hablado y escrito. Es verdad. Absolutamente real. Visitar el cráter de Rano Kau, estar en Orongo, la aldea ceremonial del hombre pájaro, ver el Ahu Tongarika, que está reconstruido pero tenía más moais y era uno de los sitios más bellos hasta que la enorme ola que vino del mar barrió con todo y dejó el lugar convertido en un cementerio de estatuas; o visitar las cavernas sembradas con flores de luz y gotas de agua, es un espectáculo maravilloso. En noche de luna llena visitando el cráter del Rano Raraku, la cantera que aprovisionó a los pascuenses de la piedra necesaria para sus estatuas, uno entra en un enorme escenario con actores de piedra listos para iniciar su acto; abundan las hachas líticas con que canteaban; se ven numerosas esculturas a medio construir, unidas todavía algunas a la cantera del cerro. Existe allí un moai inacabado de 24 metros de alto y unas 100 toneladas de peso. Todo irradia la terrible fuerza de la isla, y cada persona que la pisa piensa en algún momento en no dejarla nunca más, en quedarse para siempre. Porque estar allí es cierto que es como estar parado en el lomo de un ser vivo, una bestia del mar cuyo cuerpo son las extrañas e inexploradas cavernas que se extienden bajo tierra. La ubicación exacta de la Isla de Pascua, Rapa Nui, es al Este del sol y al Oeste de la luna. Y es un enigma permanente.
(c) Waldemar Verdugo Fuentes.

BREVE CRONOLOGIA DE RAPANUI

Cronología de Rapanui la Isla de Pascua.
por Waldemar Verdugo Fuentes.

Año 1000 antes de nosotros: cesa la actividad de los tres volcanes que forman los tres ángulos de la isla.Año
100-200 de nuestra era: en fecha no bien definida, que según varios científicos es entre estos años, llegó a la isla una migración huyendo de alguna catástrofe; vinieron navegando en grandes embarcaciones formadas por numerosas piraguas unidas entre sí. La tradición narra que el primero en llegar a esta tierra fue el ariki (rey) Hotu Matu'a; que venía desde un lugar lejano llamado Hiva, que se identifica con la zona polinésica en que se ubican las islas Marquesas, a 3.500 kilómetros, una de las cuales tiene desde antaño el nombre de Hiva Oa. Aún alcanzaron a hacer varios viajes a Hiva; una tradición dice que en el último viaje, el ariki hizo traer un moai que fue transportado penosamente en una gigantesca embarcación. Sin embargo, la isla de Pascua al parecer ya estaba habitada cuando él llegó, aunque se desconoce el origen de los primitivos pobladores.
Año 300: repartición de tierras, establecimiento del pueblo de Hotu Matu'a. Posible mestizaje con la sociedad primitiva que desde antes ocupaba la isla.
386: estudios de carbono identifican esta fecha en los más antiguos moais que se han analizado, por lo que se considera como probable época en que se inicia la construcción de las esculturas como tarea general. El mayor número de moais, sin embargo, dan como fecha de lectura el año 1000 de nuestra era. Hay varios estudios al respecto porque algunos científicos citan la antigüedad analizada de al menos en dos moais alrededor del año 600 antes de nuestra era, lo que es inexplicable.
650: fechamiento con carbono en Ahu Tahai, de cabeza redonda.
800: construcción de moais de estilo y tamaño estilizado.
1000: máximo fechamiento carbono en la identificación de moais; es la cumbre de construcción monolítica.
1100: construcción del moai grande del Ahu Kolerico, en Tahai.
1200: según carbono, construcción del Ahu de Vinapu, con un tallado notable en perfección del canteado.
1400: se identifican con carbono varias piezas de Orongo en construcción y algunos monolitos cuajados de símbolos tallados. Es la época de esplendor de la ciudad sagrada, cuya influencia como centro ceremonial se mantiene hasta ahora.
1450: según carbono, erección de los moais en el Ahu Akivi.
1650: según carbono, se deja de construir moais, por lo que se ubica como el fin de la casta sacerdotal de los orejas largas. Los odios se habían olvidado, los hombres trabajaban y volvieron a orar en Orongo, pero nunca la cantera volvió a producir moais.
1680: aproximadamente según carbono, auge de la construcción de piezas en honor al hombre-pájaro, especialmente en Orongo, donde se encuentran además varias pruebas de esa época que dan culto a la fertilidad. En Orongo se iniciaba sexualmente a los niños y las niñas y era sede de la ceremonia del Tangata Manu: este rito consiste en que los hombres más fuertes y valerosos de Rapa Nui, nadaban hasta un islote con el encargo de esperar la llegada de manutara, el pájaro sagrado y robarle el primer huevo que pusiera; lo que antes significaba bajar grandes acantilados (desde Orongo hasta el mar), atravesar a nado hacia los islotes de Motu Iti y Motu Nui (donde anidan los manutaras) y regresar con el huevo sin quebrarlo en su poder, siempre capeando en la natación de ida y regreso a los tiburones... el guerrero que regresaba a Orongo era investido como un sacerdote y permanecía un año en los recintos circulares con las vírgenes que debían ser iniciadas en las artes del amor.
1722: un domingo de abril, el de Pascua de Resurrección de Jesús hijo de María, al mando del capitán Jacobo Roggeveen, una expedición holandesa visita la isla. De este primer contacto documentado nacen dos relatos de hombres encantados con el lugar: el del propio Roggeveen y el de su ayudante Carlos Federico Behrens, que rescatan los dos días que permanecieron en el sitio inédito que bautizan como "isla de Pascua".
1770: El virrey del Perú Manuel Amat envía a Felipe González de Haedo al mando de dos fragatas: "La Santa Rosalía" y "La San Lorenzo". Al llegar a la isla la rebautizan y nombran "Isla de San Carlos" en honor al rey, luego inician el levantamiento de un completo mapa y logran recuperar un sucinto vocabulario del idioma pascuense. Antes de volver al Callao, manda a erigir tres grandes cruces sobre el promontorio oriental del cerro "Poike" y anexa la isla a España haciendo firmar a los jefes indígenas un voluminoso pergamino; muertos de la risa, los Ariki (jefes de tribu) estampan sus respectivas rúbricas: un hombre pájaro con un gran pene alzado y varios komaris (órganos sexuales femeninos).
En 1772 el virrey Amat envía la fragata "Aguila", siguiendo los trabajo de confección del mapa y compilan algunas palabras de lo que entonces fue considerado "extraño e interesante" lenguaje pascuense.
1774: El inglés James Cook hace una breve escala en la isla. Con él viajan dos científicos alemanes: Reihold y George Forster y el dibujante escocés Hodges. En ocho días recorren la isla y escriben una Relación de sus observaciones: ellos definen el contraste entre los grandiosos vestigios de una poderosa y enigmática cultura y la pequeña porción de tierra volcánica habitada por una población numerosa y empobrecida.
1786: Desembarca en la isla una expedición francesa bajo el mando del conde La Perouse. Con este nuevo visitante termina el mito de la "Terra Australis Incógnita" y surge el deseo de estudiar y explicar el origen y significado de las estatuas, templos, petroglifos, pinturas rupestres y costumbres ancestrales. Desde entonces la isla de Pascua figura en los mapas, lo que también inició la piratería arqueológica y en varias ocasiones la esclavitud.Para entonces el Abate Juan Ignacio Molina considera a Rapa Nui posesión chilena en su obra "Historia Natural de Chile".
1808: un barco norteamericano, "El Nancy", captura, después de un sangriento combate, a doce hombres y diez mujeres. Sin compasión, son encerrados en la cala del buque y engrillados. La intención del mercader de esclavos era conducirlos a la isla "Más Afuera", para explotarlos en la caza de focas. Cuando la nave ya está lejana de la isla hace subir los cautivos sobre el puente y les quitan sus cadenas. Tan pronto como se hallan libres, hombres y mujeres se lanzan al agua e intentan retornar a su tierra. Cansado de perseguirlos, el capitán decide abandonarlos a su suerte. Se dice que dos hombres y tres mujeres logran retornar a Pascua.
1850: visita la isla un buque chileno, la fragata "Colo-Colo", al mando del comandante Leoncio Señoret, marino francés al servicio de Chile. En la bitácora de viaje anota el capitán: "Desembarcó un grupo en búsqueda de agua fresca, y algunos nativos se acercaron temerosos a no corta distancia. El día era muy nublado, pero pudimos ver volcanes y las cabezas de unas enormes figuras talladas en laderas y adentrándose en la isla: son descomunales estatuas muy extrañas que parecían estar levantadas en el aire, quizás por efecto de la niebla que envolvía el sitio."
1859-1863: sucesivas flotillas de piratas peruanos llegan a la bahía de Hangaroa. Desembarcan y a tiro de fusil acorralan a todos los indígenas que encuentran. La resistencia es débil y entre los prisioneros se hallan el rey Kama-koi, su hijo el ariki Maurata y la mayoría de los sabios poseedores del secreto de la escritura rongorongo, quienes habían osado acercarse a la playa para parlamentar. Llegados al Perú, la enfermedad, los malos tratos y la nostalgia reducen a un centenar los mil quinientos pascuenses capturados. Por intervención del obispo de Tahiti (Papeete), Tepano Jaussen (traductor de la escritura de rongorongo), de los gobiernos de Chile, Inglaterra y Francia gestionan ante Perú por razones humanitarias; en 1863 la presión internacional tiene éxito y los pocos sobrevivientes son devueltos a la isla. Gravemente enfermos, la mayor parte muere en el camino, víctimas de viruela y tuberculosis. Sólo quince pascuenses llegan vivos, contagiando una epidemia de viruela que casi diezma la población que desconocía de enfermedades oportunistas, nunca hubo lepra o tuberculosis: quedan unos 750 habitantes.
1864: el 12 de enero llega el hermano Eugenio Eyraud, de la congregación Sagrados Corazones, que arriba en compañía de un pascuense llamado Pana, sobreviviente de los negreros peruanos, y que se dice hijo del ariki Maurata. Lo recibe un pueblo en extinción, asolado por el hambre y el orden social desintegrado. Todo su equipaje consiste en algunos útiles de carpintería, un barril de harina, cinco corderos y algunas plantas. Con varias dificultades logra evangelizar un puñado de jóvenes pascuenses, antes de ser obligado a abandonar la isla cuando, al ver su lamentable situación el capitán de un barco chileno insiste en llevarlo al continente en 1866. Vuelve nuevamente a la isla en compañía del hermano Hipólito Roussel unos meses después, y no vuelve a abandonarla; en 1868 inicia las obras de la iglesia de Hangaroa; hoy en su tumba ubicada al lado de la moderna construcción se lee: "La isla de Pascua al hermano Eugenio Eyraud, que de obrero mecánico se convirtió en obrero de Dios e hizo la conquista para Jesucristo".
1866: Rokunga es el último pascuense coronado como Tangata Manu, el hombre-pájaro. Es el eclipse público de la antigua tradición cultural pascuense, que se hace subterránea.
1869: se instala en la isla el aventurero francés Jean Dutrou-Bornier, quien pretende hacer fortuna transformándose, quizás, en un monarca absoluto. Sin escrúpulos, cambia algunas telas por terrenos, se rodea de una guardia de violentos y disparando con un cañón lucha contra los nativos de Hangaroa, incendia algunas chozas y casi hiere al buen hermano Rousell, quien envía de inmediato un mensaje al obispo de Tahiti: este ordena que abandonen la isla de inmediato y ofrece tierras de la iglesia a los nativos, quienes, ante el inminente riesgo de morir a manos de un loco o refugiarse en lugar seguro, más del setenta por ciento de los habitantes de la isla optan por el exilio. Dutrou-Bornier se queda gobernando la vida de 111 nativos, a los que convence de las bondades de su administración y premia con baratijas. Organiza su reino junto a un socio (el ingenuo mister Brander) y se dedica a la cría de ovejas, caballos y corderos. Inscribe su dominio en el conservador de Bienes de Tahiti. Con el fin de formar una dinastía se casa con Koreta Pua-Kurunga, hermosa mujer que se dice descendiente del último rey de la isla; es padre de Caroline y Henrriette. Ejerce poder absoluto y adopta la poligamia.
1870: recala en costas pascuenses la fragata chilena "O'Higgins", al mando del capitán José Anacleto Goñi. De esa época data el levantamiento topográfico e hidrográfico del territorio, y los primeros estudios geológicos, históricos, botánicos y zoológicos, realizados en colaboración por Ignacio Gana, capitán de fragata, y el cirujano del buque, Guillermo Bate. En la tripulación, el cadete Policarpo Toro tiene la visión de que la isla, por su posición en el océano, pertenece a Chile; recaba entre los isleños testimonios del mal trato y penurias en que vivían y redacta el primer informe social acerca de la reducida población; el hombre desde su primera visita se hace un luchador de los derechos pascuenses.
1872: el escritor francés Pierre Loti, que viaja a bordo de la corbeta "La Flore", se lleva el Moai que hoy está en el Museo del Hombre en París. Como tiene dificultades para transportarlo entero al barco, decide cortarlo con un serrucho para madera y se lleva solo la cabeza, de la cual se caen sus ojos y no logra ubicarlos (porque inicialmente, todos los moais tenían ojos blancos de conchaperla y pupilas negras posiblemente de obsidiana). Son interesantes las descripciones que Loti hizo de la isla, tanto literarias como gráficas (hizo varios dibujos de lo que vio). Afirma que durante su estancia todavía se utilizaban las casas-bote como vivienda, y describe detalles de dichos habitáculos, adornos y objetos. Asimismo señala la existencia de los hare-moa, que eran gallineros de piedra, en una época en que las gallinas fueron utilizadas como moneda entre los isleños.
1875: en el barco "Topaze". J. Palmer saca de la ciudad sagrada de Orongo la estatua conocida como Hoa-Haka-nana-ia (Rompedor de olas), y la "obsequia" al British Museum de Londres, donde hoy ocupa un lugar preferente. La parte posterior del moai, o espalda, está completamente grabada con símbolos que aluden al hombre-pájaro, el sol y la luna, la lluvia y el arco iris, efigies de un rey y su consorte y representaciones de los sexos masculino y femenino.Visita nuevamente la isla la corbeta "O'Higgins" al mando del capitán José A. Goñi, llevando provisiones a los pascuenses y varias herramientas que consideraban útiles para ellos. A bordo Policarpo Toro, recaba más antecedentes para insistir ante el gobierno de Chile por la necesidad de ayudar a los pascuenses.
1876: es apuñalado el dictador Jean Dutrou-Bornier y con su muerte acaba una era de violencia.
1880: a bordo de la corbeta chilena "Abtao", regresa a la isla Policarpo Toro como capitán e instructor de un curso de guardiamarinas. De vuelta en Santiago alega por la necesidad inmediata de dar a los pascuenses el respaldo de la nacionalidad chilena.
1887: comisionado por el entonces presidente Manuel Balmaceda, Policarpo Toro llega a la isla en "La Paloma", pequeña goleta de 160 toneladas. Su misión era iniciar las gestiones de dominio sobre la isla en las cortes polinesias.
1888: el 9 de septiembre la isla de Pascua es anexada al territorio de Chile como posesión en ultramar. Regresan los pascuenses exiliados en otras islas de la Polinesia, especialmente Tahití y Las Marquesas. Ese día se celebra una ceremonia: el ariki Atamu Tekena toma del suelo un puñado de tierra y un poco de pasto; pone en manos del capitán Policarpo Toro, representante de Chile, las briznas de pasto y conserva para sí el puñado de tierra. Con ello, el ariki da a entender que concede a Chile el derecho a explotar la isla a cambio de protección y ayuda, y conserva para los suyos la posesión de la tierra.
1900: el último ariki de la isla, Ika a Tuu Ati, dimite de su cargo pues no acepta que en un acto cívico ondee la bandera chilena por encima de la pascuense.Pascua es arrendada a la compañía inglesa Williamson y Balfour, con cláusula de ocuparse del progreso de sus habitantes, pero los concesionarios sólo se preocuparon de obtener las mayores ganancias y ningún progreso para los isleños.
1914: brotan los derechos pascuenses al rebelarse María Angata, profetisa y catequista, contra el poder dictatorial de la compañía inglesa. La revolución fracasa, pero los pascuenses se aferran a su ciudadanía chilena y exigen iguales derechos que los continentales: se expulsa a los ingleses, no obstante se inicia una lucha de cincuenta años para lograr los derechos nacionales.
1914: estadía de la investigadora inglesa Miss Katherine Coresby Routledge. Realiza un valioso aporte con sus inventarios de aves y plantas nativas, y escribe cuando vuelve a Inglaterra su libro "El misterio de la Isla de Pascua", publicado en 1917.
1935: estadía del investigador francés Alfred Metraux, quien de vuelta en París publica "La isla de Pascua" (1941, Ed Gallimard), un estudio etnológico de gran valor para estudios posteriores.
1950-1951: se construye la primera pista del Aeropuerto Mataveri, en un principio de 838 metros, y la Fuerza Aérea de Chile realiza el primer vuelo a la isla, el que se realizó el 19 de enero de 1951 en la nave Manu Tara, un avión Catalina 405, y duró 19 horas y 22 minutos (hoy no tarda más de cinco horas). El capitán Roberto Parragué Singer comandó los nueve miembros de la Fach que componían el vuelo; uno de ellos, el suboficial Mario Riquelme Carrasco declara: "los pascuenses no podían creer que estuvieran viendo un avión, no lo conocían y nosotros éramos como sobrehumanos para ellos. Cuando bajamos nos colgaban collares de flores y, al principio con timidez, luego nos tocaban efusivamente. Ocho días permanecimos. Yo me desempeñaba como radiotelegrafista encargado de las comunicaciones del avión; ninguno de nosotros sabíamos si íbamos a poder recorrer las 2.047 millas que nadie había cubierto. Llegamos a cambiarle la vida a los isleños. Fue muy reconfortante darnos cuenta de que nuestro arribo implicaba llevar progreso a la isla, víveres, y cosas de primera necesidad que hasta ese día llegaban por barco una vez al año".
1953: la Armada de Chile toma a su cargo el gobierno de la isla e instaura un barco de transporte de carga y pasajeros que viajará, desde entonces, con cierta regularidad. Además de las visitas de los barcos de instrucción.
1955-59: estadía de Thor Heyerdahl y William Mulloy.El explorador Heyerdahl, jefe la famosa travesía a bordo de la Kon-Tiki, salió en septiembre de 1955 de Noruega a Rapa Nui, al frente de una expedición de 20 hombres, patrocinada por el príncipe Olaf, y dedicó un año a sistemáticas excavaciones arqueológicas, que narra en su libro clásico del género: "Aku-aku".El arqueólogo William Mulloy, profesor de la Universidad de Wyoming, USA, dedicó varios años de su vida a Rapa Nui, y realizó un estudio especial de orientación de los santuarios cuya mayor parte desde la prehistoria de la isla fueron levantados con orientación astronómica, generalmente hacia el solsticio de invierno y el equinoccio de verano. En una superficie de seis kilómetros en Orongo, en las laderas del volcán, identificó y restauró 235 restos de casas y varias torres circulares, limpiando petroglifos, tallados y pinturas. Restauró el primer Ahu rescatado en el sector de Tahai, pero dedicó la mayor parte de su tiempo a trabajar en el volcán Rano Kau, con un equipo que incluye dos arqueólogos, un fotógrafo, un topógrafo y un ayudante general; realizaron un completo inventario previo a la reconstrucción de algunos templos que llevó a cabo con el apoyo de la Foundation for Monuments Inc.
1958: el capitán Roberto Parraguéz abre sin contratiempo la ruta aérea que cubre Quintero, en la costa central chilena, y la isla.
1959: Se desentierra la estatua "El hombre arrodillado". Se ubica en el Aku Te Pito Kura, una pequeña playa rocosa, una gran piedra esférica que una vez botó el mar.
1960: un maremoto arrasa el gran santuario Ahu Tangariki, plagado de moais, ubicado a unos 28 kilómetros del pueblo de Hanga Roa, en la parte este de la isla, cerca de la cantera del volcán Rano Raraku, que queda barrido por las aguas.Queda al descubierto en el ahu de Vinapú, el único moai femenino descubierto en la isla, de lava rojiza, que según la tradición representa a una mujer estéril.Jordi Fuentes publica su "Diccionario y gramática de la lengua de la Isla de Pascua" (Ed. Andrés Bello, Chile).
1964: Constitucionalmente, Chile otorga a los pascuenses los mismos derechos que ejercen los ciudadanos continentales. Junto a un barco "comercial" que se instaura, se destina cada seis meses la visita del destructor "Beagle" de la marina chilena, quien también colabora en el transporte de mercancías, material de construcción y otros artículos de primera necesidad.
1966: La dictación de la Ley Nº 16.441, de 22 de febrero, convierte a la isla en un Departamento de la provincia de Valparaíso; deja de ser una posesión chilena de ultramar para formar parte de nuestro territorio nacional. La reforestación indica que el suelo de la isla produce prácticamente todo aquello que se da en el continente, especialmente en el centro y Norte Chico; la hortaliza es de gran calidad y los sembrados demuestran su potencialidad. Con apoyo Rapa Nui puede alimentar a su población con amplitud. Se crea entonces la Municipalidad de Hanga Roa, un Juzgado de policía local y una notaría; se crea un hospital y escuelas.Francis Mazière publica "Fantástica Isla de Pascua" (Ed. Plaza & Janés, España). Ese mismo año, la revista New Scientist, en julio, da a conocer en Londres que el lingüista norteamericano Steven Fischer, experto en lenguas polinesias y residente en Nueva Zelanda, "luego de seis años de trabajo en una tablilla con escritura rongorongo de la isla de Pascua", ha declarado que describe "cantos cosmogónicos":"A través de estos cantos los sacerdotes de Rapa Nui, describen una visión del Universo basada en una secuencia de copulaciones primordiales, en que un estilizado pene y asimismo una vulva son los símbolos referenciales básicos de la escritura primitiva isleña. El rongorongo es la única escritura local que se desarrolló en Oceanía antes del siglo XX, y la lecturas de las tablillas pascuenses ayudará sin duda a conocer mejor la historia de la zona. El idioma rongorongo está formado por una compleja combinación de jeroglíficos en grupos de tres, en los que símbolos sexuales estilizados son utilizados a menudo como elemento de conjunción."
1967: finalizados los trabajos de construcción del Aeropuerto Mataveri, con una pista de 3.000 metros, se realizan ese año diez vuelos de un DC 6 de LAN con pasaje completo entre Santiago de Chile y Rapa Nui. Se instala un campamento en que los turistas alojaban en carpas; luego la Corfo y HONSA construyeron una hostería de 120 camas.De vuelta en Santiago, el general de la Fuerza Aérea de Chile Eduardo Iensen, a cargo de investigaciones arqueológicas asesorado por el científico noruego Asbjorn Pederson, señala: "Hay trabajo para 100 especialistas durante 100 años en una labor seria y dedicada. Era vital conectar la isla y Tahití con Chile continental porque los isleños estaban desamparados, y con ellos la protección metódica de su sociedad y arqueología, que muestra las sucesivas culturas que vivieron en ese lugar por milenios. Hay que intensificar en todas las áreas el contacto y la protección desde el continente. Hay que preparar a los propios pascuenses para que protejan sus monumentos, es indispensable que cada turista sea acompañado por un guía con conocimientos arqueológicos. Resulta inverosímil que hoy los turistas sacan los techos de piedra de las viviendas milenarias del lugar para "observar qué hay adentro". Se cometen verdaderos desmanes, como es grabar nombres e incluso figuras y otras sobre la impresionante cantidad de arte rupestre, pinturas y grabados en piedra y roca que están desde hace más de mil años."Según el científico Asbjorn Pederson, sobrino del explorador noruego Roald Amundsen (el primero en alcanzar el Polo Sur en 1911), "en la isla hay miles de expresiones del arte rupestre en peligro inmediato. El pasajero que baja del avión en Mataveri, se encuentra de inmediato rodeado de piezas incalculables al alcance de su mano; grabados descubiertos que muestran flotas, dioses, figuras humanas, pájaros y aves; el hombre-pájaro de su tradición está en gran cantidad e incluso un Dios sin boca."Narra Pederson que, al igual que hizo en la Patagonia y Perú, ha visualizado por rayos infrarrojos los pigmentos colorantes que han quedado impregnando la roca según uso del artista milenario. Señala que en la isla están realizando una excelente labor de rescate de monumentos científicos como Gonzalo Figueroa, "pero es necesaria también la preservación de estas pequeñas piezas únicas, cada piedra, algo que hoy está a la deriva. Ahora, con este buen aeropuerto, también será posible aumentar la reforestación hasta lograr el auto abastecimiento de la isla. Hay unos 6.000 caballos y 2.000 habitantes. Podrían beneficiarse equinos para desarrollar la cría de porcinos u otras especies. El suelo volcánico luego de todos estos siglos es el suelo más fértil, hay que llevar del continente todas las frutas y plantas verdes posibles, planteando la reforestación como prioritaria para levantar el nivel de vida de los pascuenses. La isla tiene un clima y una belleza que la hacen un lugar extraordinario."
1968: la primera parte de un complejo estudio geológico, que permitirá obtener valiosos antecedentes del Círculo de Fuego del Pacífico, realizan en la isla investigadores del departamento de Geología de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. En la investigación que dirige el geólogo Oscar González, participa invitado el doctor Yoshio Katsui, profesor de Geología y Minerología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Hokkaido, Japón. Han iniciado su trabajo levantando un mapa geológico de la isla, a escala 1:25.000, lo más completo que se tiene hasta entonces. Asimismo, recolectaron 240 kilos de muestras geológicas para ser analizadas en Santiago. El trabajo forma parte de un programa de investigación geológica que la Universidad de Chile desarrolla en todo el país. Su objetivo es determinar las diversas zonas petrológicas representadas en Chile y establecer su relación con fenómenos geológicos mayores que han afectado a la región Pacífica del Continente Americano. Hasta ahora, estudios en detalle se han efectuado en la región de Payachata, en la provincia de Tarapacá, en la zona sur y en el territorio antártico chileno.
1968-1969: reside nuevamente en la isla el arqueólogo William Mulloy. Su informe de restauración de sitios a base de la arquitectura y medios originales que confeccionó para la UNESCO, es un clásico del género.Un estudio del fundo "Vaitea" de la isla indica que actualmente posee 22 mil cabezas de ovinos que entregan lana de fina textura en sólo 8 mil hectáreas. Otra riqueza natural notable corresponde a la fruticultura: el clima subtropical proporciona condiciones para que este rubro de la producción de la isla sea variado y de extraordinario sabor; plátanos, piñas, guayabas, mangos, higos, uvas, chirimoyas, son algunos frutos ahora comunes.Hay un llamado de la isla al continente expresando la necesidad de muelles de atraque para los barcos, que podrían extenderse a partir de sus playas de Anakena, Ovahe y Hanga Hoonu.
1970: el arqueólogo Patrick Mc-Coy, de la Universidad de Washington, en las proximidades de Hanga Roa, desentierra una calavera con tres orificios circulares formando un perfecto triángulo isósceles; es el primer indicio de que los habitantes de la isla efectuaron trepanaciones craneanas, desconocidas en el resto de la Polinesia pero similares a las realizadas por los pueblos andinos de América; dos de las perforaciones de la calavera están ubicadas en el frontal, mientras que la tercera se encuentra al medio de la sutura coronal, en el vértice que forman los dos parietales con el frontal. El cráneo se encontró en el lugar denominado Ahu Vai Vri ("agua negra"), y se concluyó que las aperturas fueron realizadas con cuchillos rituales de obsidiana, de los que se han rescatado algunos.Juan G. Atienza publica "Los supervivientes de la Atlántida" (España, Ed. Martínez Roca), en que plantea una tesis que involucra a los habitantes de la isla con los restos del mítico continente perdido.Jacques Bergier publica "Los extraterrestres en la Historia" (España, Ed Plaza & Janés), en que relaciona a la isla con visitantes del espacio que habrían construido las gigantescas estatuas.
1971: con pasajes aéreos a bajo costo (subvención estatal), el incremento de turismo en la isla es tal, que muchos isleños deben transformar sus casas en residenciales.Ese año, el investigador chileno Ramón Campbell publica "La Herencia musical de Rapa Nui", en que afirma una similitud notable entre la música de ciertas regiones de Oriente y el estudio de los textos y melodías de la música antigua de la isla. Procede a un ensayo de clasificación de la música pascuense, combinando, en cierto modo, las costumbres, los ritos antiguos, las formas y los estilos musicales: Música antigua primitiva (los cantos de Aku-Aku, Riu, Tangi, Até, Uté, kai-kai y primitivos Ei); Música secundaria (los cantos Hakakio, Haipo-Hipo e Himene); la Música moderna polinésica (el Hula Tahitiano, el Sau-Sau, Tamuré y Vals de Tahití), y la Música moderna internacional (en que se ha desarrollado un ritmo de valseado rápido con un cierto acento de tonada chilena). Campbell afirma: "Aquí encontramos una elaboración musical compleja, variada y numerosísima; una poética de alto vuelo y de un gran sentido expresivo de diversa variedad. Aparte de una numerosa riqueza etnológica, de costumbres originalísimas y de un sentido ceremonial complejo. Musicalmente, no hay duda de que en la isla de Pascua se produjo una evolución elevada de la expresión humana. Un canto antiguo dice: "Llora el pensamiento/ de los dos: Koti y Ko-Veri,/ por su hermana desaparecida.../ Sentado llora Simón,/ lloran ambos.../ a su lado está Veriti.../ llora el pensamiento".
1973: posterior al pronunciamiento militar de Augusto Pinochet se eliminó la subvención estatal aérea. También el alza de tarifas de carga y pasajeros redujo de inmediato la afluencia de turistas. La falta de vuelos a la isla, por las razones que sean, impiden satisfacer la demanda del interés público, principalmente extranjero, para visitarla, quienes no consiguen espacios hasta casi con un año de anticipación.
1974: Andreas Faber Kaiser publica "¿Sacerdotes o cosmonautas?" (Ed. Plaza & Janés), que se suma a la inspiración insólita que ha despertado la isla en los escritores internacionales.
1975: llama la atención que se esté creando una imagen absolutamente fantástica de Rapa Nui, en que se la asocia con extraterrestres y se afirma que desde sus entrañas surgen túneles que llevan a la cordillera de Los Andes y los montes Pirineos... como el español Antonio Ribera, quien afirma, entre otras cosas, haber descubierto un origen egipcio de los primitivos habitantes en su libro "Operación Rapa Nui", 1976 (Ed. Pomaire).
1992: con un aporte del gobierno de Japón comienza la restauración del santuario Ahu Tangariki, arrasado por un maremoto en 1960. La empresa Tadano se puso de acuerdo con el gobernador provincial de la isla, Jacobo Hey Paoa. En septiembre llega una grúa de 50 toneladas, para ser destinada a las labores de recuperación arqueológica, y se ha destinado la donación de 700 mil dólares a la adquisición de equipos menores y el pago de las gentes que se encargarán de las tareas de restaurar el complejo de 15 moais arrasados, unas 40 personas que se contratan entre los muchos pascuenses que han trabajado con expediciones arqueológicas francesas, alemanas y de otras naciones que han llegado a estudiar la isla.
1993: unos 300 pascuenses actúan de extras junto a un equipo de 200 actores que filman la producción hollywoodense "Rapa Nui" en la isla. La Corporación Nacional Forestal no ha detectado daños arqueológicos ni ambientales en los diferentes puntos de las 6.600 hectáreas del Parque Nacional donde trabaja el equipo; cubiertos con una póliza de un millón de dólares para reparar eventuales deterioros. El jefe de guarda parques José Luis Díaz, indicó que el equipo de cine trabaja en jornada completa junto a un arqueólogo de Conaf: "semanalmente evaluamos con los productores la actividad que han desarrollado. Si se detecta un problema, lo solucionamos de inmediato." La labor de los guarda parques en Rapa Nui es intensa. A juicio de ellos, los europeos son quienes más respetan las normas del ecosistema y de lo que queda de los casi mil moais.
1995: bajo la pétrea sombra de los monolitos gigantes se realiza el Encuentro de Culturas Polinésicas, en que un grupo de maoríes (que atravesaron todo el océano Pacífico desde su natal Nueva Zelandia), vecinos de las Islas de la Sociedad, tahitianos y marquesinos viajaron a la isla para participar junto a sus hermanos pascuenses (que los recibieron vestidos con sus faldas de guirnaldas) en una emotiva ceremonia de 12 horas que busca restaurar el poder ancestral polinésico.En idiomas intraducibles, hablaron Pereme Porter, el sabio sacerdote maorí, quien, avanzando hacia el moai, depositó a sus pies una piedra blanca entre las grises, proveniente de la playa de Kupe; y Pierre Shamkona, el líder de Rai'atea, una pequeña porción de tierra considerada el centro físico, cultural y místico del triángulo polinesio que formas las vértices que unen a Nueva Zelandia, Hawai y Rapa Nui, quien se hizo presente entre palabras, cantos e invocaciones, y al finalizar regaló dos palos de madera sagrada al alcalde de Pascua, Pedro Edmuns Paoa. En nombre de Rapa Nui agradeció el líder Alberto Hotus, presidente del Consejo de Ancianos, quien al final se refirió en castellano a los presentes, luego que se hubo inaugurado el Ahu Tongariki, uno de los mayores trabajo de restauración realizados en la isla.En la ocasión, la investigadora pascuense para la UNESCO Ida Hucke, denunció la necesidad de recuperar la cabeza del rey Hotu Matu'a, cuyo cráneo fue sacado de la isla por el coleccionista francés Francis Maziere en 1964; éste se había comprometido a devolver el cráneo después de cinco años, tiempo necesario para estudiar su data, sin embargo, no la regresó. Asimismo denunció que existen varios museos en el mundo y coleccionistas privados que tienen piezas de la cultura Rapa Nui, "hay piezas originales repartidas en una veintena de países, y debe ser recuperadas." Dice Ida: "El árbol de toromiro es lo único originario que ha logrado regresar. Yo misma acompañé en un largo retorno a los 170 pequeños arbolitos que fueron reproducidos y criados en jardines botánicos de Alemania y Suecia y replantados en la isla una vez que el Servicio Agrícola les levantó la cuarentena".Durante el Encuentro dejaron en claro los líderes que: "no pensamos que sea posible la integración política de la Polinesia. Es cuatro veces más grande que Europa, y administrarla como tal no parece posible. Nada de eso está en la base de este esfuerzo. Lo único que queremos es conservar el respeto por los antepasados. Fortalecer lazos, que es fundamental para nosotros, pueblos separados por miles de kilómetros de mar".La Polinesia consta de cerca de 650 islas repartidas por el gran Pacífico. Es una de las últimas regiones del planeta descubiertas por el hombre. La isla de Pascua, no obstante, pasó unos mil 500 años sin contacto con el resto del mundo. El mismo año la UNESCO declara Rapa Nui Patrimonio Cultural de la Humanidad.
2000: en septiembre se lanza una licitación internacional para fomentar el turismo en la isla. Ante el brusco crecimiento del flujo turístico, que de cinco mil visitantes subió a 20.000 en sólo una década, la Conaf convocó a entidades chilenas y extranjeras para elaborar un proyectos de estrategias y acciones para la conservación, uso y aprovechamiento sustentable de los recursos patrimoniales de Rapa Nui. A juicio del gobernador Juan Pakarati, "la isla está declarada patrimonio de la humanidad y, además, es monumento nacional. El desarrollo turístico se puede hacer de dos formas. Uno puede ser masivo, atrayendo a gran cantidad de visitantes, como Cuzco y Machu-Picchu, que reciben 350.000 personas anualmente. Otra forma de hacerlo es teniendo en cuenta la preservación del patrimonio de la zona, como las Islas Galápagos, en que sólo un determinado número de personas puede ingresar al lugar. Un turismo masivo puede dañar nuestro patrimonio arqueológico, aunque hemos resistido bastante bien el progresivo aumento de turistas. En cualquier caso, se debe decidir un modelo de administración turística sustentable. La licitación, que persigue potenciar las riquezas turísticas de la isla, en junio de 2001 determinará si está capacitada para desarrollar este turismo masivo o selectivo. Hoy la Isla de Pascua tiene 3.516 habitantes; cuenta con nueve hoteles y unas 28 residenciales. Es un sitio idílico con mil 500 sitios arqueológicos y una cultura única que brotó del pasado de un pueblo cordial siempre".
2003: a comienzos de agosto el Alcalde de Rapa Nui Pedro Edmunds Paoa, anunció inversiones europeas en ciencia y tecnología que han de convertir a la isla en el nuevo polo científico de la Polinesia. Celebró el Alcalde: "En nuestro territorio se comenzarán a realizar investigaciones acerca del genoma humano, energía renovable, cuidado y recuperación ambiental, biociencia y biotecnología. Rapa Nui se convertirá en el ombligo científico del Pacífico. Desde aquí saldrán anuncios que serán primicias científicas a nivel planetario", celebró. De acuerdo al convenio suscrito, Rapa Nui pasa a formar parte de una organización en red que pretende unir a todas las islas del Mediterráneo, Macronesia, Báltico y Polinesia; que quedarán conectadas con instrumentos idóneos para comunicarse y desarrollarán investigaciones conjuntas en diversos campos científicos, que contempla trabajos con artistas propios de las islas, que en Pascua consistirán en prospecciones arqueológicas, exhibiciones itinerantes y la construcción de tres réplicas de moais en mármol de Carrara, en cuyo trabajo participarán los pobladores. Con el patrocinio de la Unesco y el gobierno de Italia, el proyecto involucra a varias entidades, como el Consejo Científico Internacional para el Desarrollo de las Islas (España), la Fundación de San Petersburgo (Rusia), el Programa Internacional Egis de la Unesco y el Consorcio Inter universitario para la Ciencia del Mar de Italia, país del cual también participan las universidades de Torino y La Sapienza, de Roma, las ciudades de Carrara, Porto Venere y Orta, la Comisión Nacional italiana para la Unesco y el Consejo Comunal de Roma. Señaló el Alcalde: “La recepción a Rapa Nui ha sido muy buena. De hecho, la primera reunión que tendrá el conglomerado de islas será en Pascua, en el año 2005, cuando se tendrá la información suficiente para delinear políticas para apoyar a los isleños en su desarrollo económico, cultural, educacional y científico”.
2005: en el mes de mayo, con apoyo del Fondo de Cooperación Chile-Suecia que administra la Corporación de Fomento de Chile (CORFO), profesionales del Programa de Ingeniería Ambiental e Infraestructura Sustentable del Royal Institute of Technology (KTH) de Suecia, realizan un taller de trabajo para analizar distintas alternativas de abastecimiento energético de la Isla de Pascua utilizando energías renovables (solar, eólica, biomasa, geotérmica y de mareas). A este actividad, que se desarrolló en el marco del Congreso Internacional de Producción Limpia que tuvo lugar en la Estación Mapocho de Santiago, fueron invitados actores públicos y privados involucrados con el tema (como la Comisión Nacional de Energía, la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile; la Sociedad de Fomento Fabril, universidades, ONGs y consultoras ambientales, así como activistas culturales). Entre las propuestas potenciales que fueron debatidas con el objeto de mostrar las diversas alternativas energéticas disponibles y factibles para Rapa Nui -aportando antecedentes importantes para el futuro diseño de una propuesta técnica en este aspecto-, destacaron las ponencias: “Uso de la biomasa a partir de residuos sólidos y aguas servidas con el fin de generación de gas para uso doméstico, transporte y electricidad”, expositores Declan Commons (Irlanda) y Juan José Núñez (México); “Uso de la energía geotérmica para generación de electricidad”, por Paul Schalekamp (Holanda); y “Granja de viento en mar abierto para generación eléctrica” por James Michael Skutezky (Canadá). Estos proyectos consideran en su desarrollo elementos como la descripción y factibilidad en términos de abastecimiento energético, tiempo y costo; mecanismos posibles de financiamiento y transferencia de tecnología a entidades de la Isla; generación de empleos para la manutención de equipos y operación de la planta; aceptación social del proyecto energético; determinación de impactos sociales, ambientales y al patrimonio histórico de la Isla. En este sentido, cabe destacar que la futura aplicación de energía renovable en Rapa Nui implicará en términos concretos el ahorro de importantes costos al eliminar el trasporte de combustible diesel y gas licuado desde el continente; la disminución de contaminación del aire al eliminarse la utilización del combustible diesel para generar electricidad, como ocurre hoy al emplearse generadores diesel que datan de 1967; además de un ahorro sustancial en los pagos por electricidad y gas de los vecinos que actualmente es tres veces superior a la del continente. Christian Gischler, Ingeniero químico y biotecnológico de la Universidad de Chile, master en ingeniera ambiental de KTH, quien encabezó la comitiva de profesionales extranjeros destacó: “Al implementar energía renovable, la Isla tendría una autonomía energética y sería no sólo sinónimo de cultura milenarias sino también, un ejemplo en la introducción de eco-tecnologías capaces de proveer energía y electricidad sin contaminar. Esto sería, a su vez, otro potencial atractivo para el turismo ecológico. En términos de país, al buscar soluciones por esta vertiente, Chile está ratificando su compromiso con el Protocolo de Kyoto- al producir energía sin generar dióxido de carbono (gases de efecto invernadero)-, convirtiéndose en un ejemplo al demostrar que no sólo los países desarrollados pueden optar por este tipo de energías”. El desarrollo de propuestas surgió del hecho de que Isla de Pascua ha sido incluida en el programa de electrificación rural de la Comisión Nacional de Energía. Para este efecto, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el programa Global Environmental Facilities (GEF), que tiene por objetivo fomentar la reducción de gases de efecto invernadero en el planeta, usando energías que no dependan de combustibles fósiles (diesel y gas licuado), han aportado recursos a la CNE para llevar a cabo un proyecto de medición de las principales variables climáticas para usar energías renovables (velocidad del viento, radiación solar, lluvias, mareas, etc.), siendo Rapa Nui por su ubicación en mitad de las aguas un sitio ideal para mediciones. Estos antecedentes encaminan hacia el desarrollo en Chile de una propuesta técnica y económica de abastecimiento energético, eliminando la dependencia en todas las áreas. Particularmente, proveer de energía continua y agua caliente a la Isla de Pascua a partir de energías renovables es un hecho en camino. Por esos días Rodolfo Codina Díaz, comandante de la Armada de Chile anuncia que se ha dotado de modernas lanchas LSG a las gobernaciones marítimas del litoral, incluyendo Isla de Pascua. En Santiago, en tanto, durante un encuentro público entre dos candidatas a la presidencia de Chile, se presenta Alberto Hotus, presidente del Consejo de Ancianos de Isla de Pascua y a viva voz les pregunta: ¿Si usted fuera elegida Presidente de la República seguiría apoyando a los pueblos indígenas de Chile con la ratificación del Convenio169 de la OIT y del concepto pueblo? Especialmente para la etnia Rapa Nui, ¿estarían dispuestas a apoyar que sea un distrito especial con representación en el Congreso Nacional con un senador y un diputado? ¿Apoyaría la iniciativa de la Comisión de Notables con respecto a un estatuto de autonomía especial para Isla de Pascua? ¿Apoyaría la construcción de un nuevo hospital? ¿Apoyaría que el buque de abastecimiento para Isla de Pascua sea de la Armada y no privado? ¿Apoyarían mejorar más el sistema de becas de educación para Isla de Pascua?Respuesta de Soledad Alvear: "Comparto absolutamente y más aún presenté en el Congreso en su momento en la modificación al convenio 169 para la aprobación parlamentaria y esperamos se apruebe en el Congreso Nacional. Estoy de acuerdo a las propuestas que sugirió la comisión conducida por el ex Presidente Patricio Aylwin en torno a la autonomía y al mismo tiempo la necesidad de poder contar con sus representantes en el Parlamento".Respuesta de Michelle Bachelet: "Yo estoy absolutamente comprometida a apoyar fuertemente las peticiones que se han hecho y que están todavía en discusión en el Parlamento sobre la ratificación del tratado 169 de la OIT. Isla de Pascua requiere un estatuto especial. Yo creo que no debe depender de Valparaíso, tiene que tener una relación directa con la capital, tiene que construirse un hospital, y estoy de acuerdo con que tengan un representante en el Parlamento". También este año 2005 la nueva legislación que protege el patrimonio nacional chileno modificó la ley de Monumentos Nacionales, estableciendo penas de hasta cinco años de cárcel y fuertes multas para quienes alteren, destruyan o roben objetos de valor histórico. Según la nueva norma, si un particular ejecuta obras sin autorización en un monumento histórico, será sancionado con multas que van entre las cinco y 20 unidades tributarias mensuales (UTM), de 150.930 a 6.037.200 pesos al mes de mayo de 2005. Además, las excavaciones realizadas por personas naturales o jurídicas sin la respectiva autorización serán castigadas con una punición de entre 10 y 500 UTM, entre 301.860 a 15.093.000 pesos, a mayo de este
año. Finalmente, el hurto de un monumento nacional se penaliza con presidio menor en sus grados mínimo a máximo, si no es posible determinar su valor, lo que implica una sentencia de entre 61 días a cinco años de cárcel. Penas impuestas para impedir situaciones como las recientes intervenciones que un artista japonés y otro artista canadiense hicieron en Isla de Pascua, donde rayaron un moai y algunas rocas con inscripciones. De acuerdo a la ley, los monumentos nacionales son los lugares, ruinas, construcciones u objetos de carácter histórico o artístico; así como cementerios y otros tipos de restos aborígenes. También se incluyen los santuarios de la naturaleza; los monumentos, estatuas, columnas y pirámides, entre o otros, que están bajo la tuición y protección del Gobierno de Chile mediante el Consejo de Monumentos Nacionales.

(c) Waldemar Verdugo Fuentes.
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