Monday, January 02, 2006

OJOS QUE MIRAN A LAS ESTRELLAS.

DECLARADA EN 1995 POR LA UNESCO PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD, ISLA DE PASCUA EN CHILE ES EL MÁS RICO Y COMPLEJO MUSEO AL AIRE LIBRE QUE EXISTE EN POLINESIA, DONDE LA NOMBRAN RAPANUI.

En el sector oriental del océano Pacífico, rodeada por las distancias del gran mar que la oculta al mismo tiempo que baña sus costas volcánicas, se encuentra la isla habitada más alejada de la tierra. Es de las islas la más famosa y, tal vez, la más pequeña (apenas 181 km2). Fue descubierta el 5 de abril de 1722, en Pascua de Resurrección de Jesús Hijo de María, cuando una expedición holandesa a cargo del almirante Jacobo Roggeveen, que recorre los archipiélagos del Pacífico Sur, con tres barcos de flota, desde el "Thienhoven" avista la porción de tierra solitaria de forma triangular y como flotando en la inmensidad de las olas.Los holandeses creen estar frente a la "Terra Australis Incógnita" de que hablan los corsarios ingleses. Sin embargo, no hay aquellos puertos naturales que comentan ni la abundante vegetación y no se ve más tierra en la distancia ; sólo hay dos pequeñas playas de arena rosada, formada por el desgaste de una extensa zona de corales que envuelve a la isla. Todo lo demás son volcanes oscuros cubiertos de nubes grises, acantilados profundos y la costa dispareja sembrada de rocas puntiagudas. Fue entonces que, entre todos, asombrados, comienzan a ver figuras de hombres enormes, parece habitada por gigantes que, ocultos tras enormes murallas, asoman sus toscas cabezas por sobre los muros. Está cayendo el sol y un marinero distingue a media milla una columna de humo y otros signos de presencia humana. Deciden bajar al despuntar el alba. Y así lo hacen.Una gran multitud los espera en la playa de Anakena, un sitio hermoso de suaves arenas y aguas cristalinas, con un clima cálido protegido por cerros altos. Al desembarcar, los expedicionarios comprueban con alivio que los gigantes no son sino grandes monumentos colocados sobre altas plataformas. Dominando la costa y las cosas, se ven las colosales estatuas, algunas coronadas con enormes sombreros rojos. Roggeveen anota en su bitácora que "la mayoría de los hombres llevan barba, visten con escasas prendas y plumas y tienen el cuerpo cubierto de polvillo rojizo sobre el que lucen admirables tatuajes en blanco y azul. Las mujeres están desnudas o cubiertas por un modesto taparrabos. Hay varios con su pelo semejante al color rojo del sombrero de las estatuas y la mayoría tiene la piel tan blanca que pueden ser los descendientes de alguna raza europea......" De inmediato comienza el trueque: agua fresca por baratijas, sombreros por frutas; pero un marinero, "probablemente asustado", dispara y mata a un isleño. Cunde el pánico y la multitud huye despavorida. "Algunos de ellos, sin embargo, no corrieron y hasta el final hablamos como fue posible; llaman a estas estatuas Moai y a sus sombreros rojos Pukao... no podemos comprender cómo esta gente sin buenas cuerdas y maderos han sido capaces de levantarlas".Escribe en su "Relación de Isla de Pascua" el expedicionario Carlos Federico Behrens: "Las enormes estatuas tienen la figura de un hombre cortado a la altura de las caderas, orejas largas, y muchos sostienen en sus cabezas aplanadas una corona o sombrero de piedra rojiza. Parece obra de gigantes." Y el navegante pionero se hace las preguntas que continúan intrigando al mundo de hoy: "¿A quiénes representan esas estatuas? ¿Para qué las hicieron? Cuando preguntamos cómo ubicaron los monumentos, con qué herramientas, los nativos respondieron: "Se ubicaron ellos mismos, volando". Deciden creer los holandeses que "se trata de estatuas hechas de barro o arcilla con mezcla de ceniza volcánica".Aunque en los mapas actuales figura como Isla de Pascua, Easter Island o Paasch Eyland (como la bautizó Roggeveen) las gentes de la Polinesia la nombran Rapa Nui, que en lenguaje tahitiano significa Isla Grande. También se la conoce como Matakiterani ("Ojos que miran a las estrellas") El título nativo que le dan sus habitantes y que se repite en cantos y poemas es Te Pito o Te Henúa (el Ombligo del Mundo o Centro de la Tierra), igual que como la designaban los habitantes prehistóricos del lugar. En igual forma, los soberanos que rigieron la vida remota de la isla llevaron el título de Ariki Hanúa o Rey de la Tierra. Se dice que no existe otro lugar habitado tan diferente a otras comunidades humanas. Su vegetación natural es riquísima. Abunda la toa o caña de azúcar, cuyos tallos pueden alcanzar varios metros de altura. Los isleños siempre han utilizado el jugo de esta caña como bebida energética; también como adhesivo para mezclarlo con pigmentos y colorantes para aplicárselos en el rostro y cuerpo durante ceremonias, festividades y ritos religiosos. Las hojas también tuvieron su aplicación en la confección de techos. Otra especie, el ngaatu (conocida en Chile continental como totora) se empleó también para techar las típicas casas bote conocidas como hare paenga, y para la confección de canastos, sombreros y redes de pesca; es una planta típica de ambientes húmedos, por lo que en Rapa Nui se la puede encontrar en las tres lagunas existentes en Rano Raraku, Rano Kau y Rano Aroi. Sus abundantes tallos, de sección triangular y de hasta cinco metros de largo, contiene un tejido con abundantes cámaras de aire, por lo que son flotadores naturales, condición que fue aprovechada por los isleños para confeccionar sus embarcaciones llamadas pora.Entre las especies vegetales en extinción, de las cuales existen mínimas reservas en la isla, nombremos el ngaoho o naoho, conocido científicamente como Caesalpinia major, es un arbusto que se caracteriza por tener microorganismo en las raíces, que le permiten captar el nitrógeno directamente desde la atmósfera, por lo que puede colonizar suelos de mala calidad; tiene flores amarillas muy perfumadas, que de acuerdo a la tradición, eran utilizadas para confeccionar las guirnaldas ceremoniales llamadas hu hu; sus semillas, de color amarillo brillante, se emplearon como cuentas para confeccionar collares, y la fibra de su corteza tenía un uso en la fabricación de cordeles. Otra planta en inminente peligro es el makoí, un arbolito de hasta 10 metros de altura conocido científicamente como Thespesia populnea; tiene grandes hojas y bellas flores amarillentas con la base púrpura. Sus frutos tienen el aspecto de pequeños trompos, por lo que son muy preciados por los niños de la isla para sus juegos; la madera de esta especie es dura y de hermoso colorido, y se ha utilizado siempre para el tallado de figuras y ornamentos. La Corporación Nacional Forestal (Conaf) mantiene ejemplares viverizados. Al igual que de la planta en extinción llamada pato, denominada por la ciencia Euphorbia serpens, que agrupa unas 7.000 especies en el mundo, de las cuales en Chile hay alrededor de 43. Produce abundante látex cuando los tallos son cortados, y tiene propiedades medicinales ya que administrada con cuidado, calma los dolores de estómago y el malestar propio del período menstrual, según es utilizada por la química farmacéutica. Al igual que la planta tavari (Polygonum acuminatum), usada como anti alérgico; y la puringa (verbena litoralis) para tratar problemas de la piel como sífilis y lepra, que fueron introducidos en la isla por los primeros visitantes, porque, caso único en Polinesia, no hay antecedentes de alguna plaga o enfermedad que haya asolado a Rapa Nui antes de finales del siglo XIX.Es interesante anotar que la medicina isleña es un aspecto casi desconocido; diremos solamente que saben utilizar las energías naturales que posee Rapa Nui por su ubicación en el medio del mar; así cuando un nativo, no demasiado transculturizado sufre un dolor de cabeza, no recurre a agentes exteriores, químicos o mágicos, para curar su dolor. Lo que hace simplemente es tenderse durante unos minutos en posición horizontal. Nos dice un sanador amigo: "Durante ese tiempo, el isleño cierra los ojos y se concentra en el dolor, donde sea que lo siente, sin rechazarlo, sencillamente observándolo hasta llegar a visualizar perfectamente su ubicación y sus características, tamaño, forma, color y sonido. La visualización interna revela que hay dolores redondos, cónicos, puntudos, de todas formas en realidad, y sus colores varían del amarillo, pasando por el rojo y el azul, hasta llegar a un negro que es más oscuro que cualquiera que exista en la realidad. También hay dolores que emiten ruidos, chicharras, campanadas o zumbidos. Una vez identificado el dolor en todas sus características, el isleño lo va dejando caer suavemente por la nuca hacia el suelo, hasta que su imagen desaparece de la mente. El proceso completo no dura más de diez minutos. Si el isleño siente que le faltan energías o anda como queriendo irse, basta que abrace un árbol para recuperarse. Los árboles son una gran fuente de energía, donde sea que están; y basta abrazarse a uno de ellos unos tres minutos para probarlo. Si alguna vez dispones de ese tiempo, ensáyalo."Otras plantas que según los relatos introdujo en la isla el rey Hotu Matu'a, son el mahute (Broussonetia papyrifera), el marikuru (Sapindus saponaria), la pía (Tacca pinnatifida), la púa (Curcuma longa) y el nau nau o sándalo (Santalum album), un majestuoso árbol que puede llegar a los diez metros de altura, con bellas flores rojas, amarillas o rosas. En la Isla de Juan Fernández, camino a la costa central de Chile, existe aún una variedad de menor altura, pero es en todo el sur y sudeste asiático, desde China a la India, donde se ha preservado desde la antigüedad. De madera resistente al tiempo, a la humedad y los insectos, siempre se han utilizado sus cualidades curativas. Los chinos consideran la esencia de sándalo como yang, utilizándola para tratar las enfermedades yin, para algunas infecciones de tipo específico, como la tuberculosis, gonorrea, catarros y algunos tipos de cistitis, operando posiblemente más como antiespasmódico que por sus efectos antibióticos. Precisamente, por esta cualidad sedante, es eficaz como balsámico, expectorante y suavizante de la tos en la tosferina y traqueitis. También es un tranquilizante natural suave, útil en los casos de insomnio ocasional. Se emplea asimismo como antiséptico general, sus principios activos son químicamente similares a los del alcanfor. Su sabor amargo, que los chinos asocian con los intestinos y el corazón, hace que sea utilizado para curar problemas de estos órganos, hay estudios científicos al respecto. Se sabe que externamente es útil aplicado a la piel, pues rehidrata las pieles secas y envejecidas (en forma de compresas calientes). Es útil en el tratamiento del acné, de las inflamaciones cutáneas y en todo tipo de picaduras. Por su efecto, suavemente astringente, limpia en profundidad la epidermis, abre los poros y permite la "respiración" cutánea.El sándalo, que la Conaf debe urgentemente reforestar en la isla, su hábitat natural, ejerce sus propiedades curativas a través de la esencia, que se extrae por destilación de la madera, directamente de su corazón. Hasta donde se sabe, sus flores y frutos apenas contienen principios activos, por lo que se le puede utilizar quemando directamente la madera, en forma de palitos, lo que ha popularizado las varitas de incienso con esta esencia, aunque tienen en general poco aceite vegetal y la madera no es de sándalo. La esencia natural que pudimos verificar en Rapa Nui es espesa, bastante grasa y de un color amarillento. Antes también la utilizaban por vía externa, para hacer pomadas, o mezclada con otras esencias (habitualmente rosas) y rebajada con unas gotas de alcohol y agua, que da una magnífica colonia de efectos tónicos, suavizante y relajadora. Por vía interna, se usa en cantidades de unas seis gotas tres veces al día, habitualmente rebajada con agua o líquidos azucarados debido a su sabor amargo. Un té verde con tres o cuatro gotas de sándalo, a la manera pascuense, es exquisito y protege el intestino aliviando el estreñimiento. Su delicioso perfume lo hace inestimable en cosmética, especialmente por su característica de fijador de los perfumes. Nótese que mucho del "sándalo" que se utiliza procede de las Antillas, donde se le conoce como "esencia de amiris" -la planta Shimmelia oleifera-, de aroma menos intenso y propiedades no del todo conocidas. El sándalo de Rapa Nui pertenece al patrimonio vegetal de la humanidad. Al igual que el toromiro, el árbol originario de la isla y materia primordial de algunas esculturas, que volvió a la isla de la mano del botánico alemán Wolfram Lobin, en un primer esfuerzo multinacional para conservar una especie vegetal.Aunque muchas veces las cifras cansan, debemos anotar que la Isla de Pascua está situada en el centro del este del pacífico Sur, a 3.200 kilómetros del puerto chileno de Caldera y a 3.790 de Santiago de Chile. Su latitud es 27º 09' Sur, y su longitud 109º 27' Oeste de Greenwich. Ocupa una superficie de 181 km2; su mayor altura es Terevaka con 506,54 metros sobre el nivel del mar; la tierra habitada más próxima está a mil 900 kilómetros de distancia, la isla Pitcairn, y hay que recorrer 2 mil 800 kilómetros para llegar a otro punto.Por su ubicación en medio del mar Pacífico es paraíso de aves, que son el grupo dominante de vertebrados nativos, a las que llaman con evocadores nombres pascuenses. Entre las residentes, todas incluidas en la reserva de aves de la humanidad, se encuentran el tavake o ave del trópico de cola roja (Phaeton rubricauda), el kena o piquero blanco (Sula dactylatra), el tuao o gaviotón de san Félix (Anous stolidus), entre otras. Como visitantes se observan el manutara o gaviotín pascuense o apizarrado (Sterna lunata), el kía kía o gaviotín blanco (Gygis alba), el makohe o ave fragata (fregata minor), el taví o gaviotín de san Ambrosio (Procelsterna coerulea), el kakápa y kakápu o fardela heráldica y negra (Pterodroma), el kimá o fardela de Pascua (Puffinus nativitatis), el zarapito tahitiano (Numenius tahitiensis) y el playero blanco (Calidris alba). Existen especies que han llegado desde Chile continental, como la diuca, loica, paloma, perdiz y el tiuque, entre otras.Los mamíferos están representados por los caballos chilenos que corren libres por la isla o guiados por su amo, que siempre es un hombre de Rapa Nui. Los reptiles naturales a la isla son solo dos lagartos, que en pascuense nombran moko uru-uru kahu (Lepidodactylus lugubris) y moko uri uri (Ablepharus boutoni poecilopleurus), es decir "negro negro", de coloración negruzca con brillos metálicos verdosos; desde la cabeza hasta la cola se extienden dos líneas laterales blanquecinas; con hábitos diurnos, de este lagarto no existen antecedentes acerca de su estado de conservación. Son también naturales a Rapa Nui dos especies de tortugas marinas: la tortuga verde (Chelonia mydas), que con un tamaño aproximado de 100 cm tiene un peso que varía entre los 113 y 182 kilos, y la tortuga carey (Eretmochelys imbricata); ambas se alimentan preferentemente de algas marinas y están en extinción, existiendo actualmente en el mundo científico gran preocupación por la preservación de estas especies únicas. Es uno de los pocos sitios del planeta en que no existe la serpiente o algún reptil parecido.
(c) Waldemar Verdugo Fuentes.